"Podría decir que me importa un bledo lo que digan estos señores que son unos radicales, pero no me gustó". Así, con sinceridad, reaccionó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante su declaración como persona non grata por parte de la Corporación Municipal de su ciudad, Pontevedra.

Rajoy reconoció, en una entrevista concedida a 13TV, que recibió "con dolor" las noticias sobre lo vivido el pasado lunes durante el pleno municipal tras insistir en que se siente "muy pontevedrés" por los vínculos que le unen a una ciudad en la que vivió durante 15 años, en donde tiene muchos amigos, ha conocido a su esposa y en donde sigue manteniendo una vivienda familiar a la que regresa a descansar "siempre que puedo". Su trayectoria política está de hecho íntimamente ligada a la ciudad y a la provincia, dado que recordó que fue concejal de esta misma Corporación que ayer le reprobó con este nombramiento, además de presidente de la Diputación y candidato del PP al Congreso en cinco ocasiones por esta provincia.

El presidente del Gobierno afirmó que, pese a todo, no siente "manía" por el alcalde nacionalista de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores, aunque sí opinó que el regidor "no debiera haberlo hecho" (apoyar esta declaración como persona non grata), dado que "ni él mismo se lo cree". "No sé si con eso gana algo, creo que no, pero las cosas son como son", manifestó Rajoy.

El presidente del Gobierno también quiso mandar un mensaje de agradecimiento a través de su cuenta oficial de Twitter: "Doy las gracias a los muchos pontevedreses que me han hecho llegar su apoyo. Soy gallego y amaré siempre mi tierra".

También Lores volvió a pronunciarse ayer sobre el polémico, bronco y tenso pleno vivido el lunes y la declaración como persona non grata de Rajoy. El alcalde desveló que el presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, lo telefoneó el pasado domingo para pedirle que el BNG retirase el apoyo anunciado a la moción impulsada por PSdeG y Marea que para reprobar al presidente del Gobierno: "Me llamó para que no votáramos a favor", reconoció Lores, que se mostró molesto por el hecho de que el presidente de la Xunta "no me llama para otras cosas" como, por ejemplo, para comprobar "si Pontevedra necesita algo" del gobierno autonómico.

El regidor aseguró que para el "no es plato de buen gusto" aprobar una reprobación de este tipo y que es "feo" que un presidente del Gobierno haya recibido tal declaración en su ciudad, pero entiende que "no merece otra cosa porque no ha hecho "nada decente" por los pontevedreses. "Un señor en funciones nos condena a 60 años más de Ence y luego se cae de un guindo cuando es nombrado persona non grata, que las piense antes de hacerlas", añadió el alcalde.

Revocar la prórroga

El alcalde de Pontevedra insistió en que el Concello estará "vigilante" para agotar todas aquellas vías que permitan revocar la prórroga concedida a Ence y explicó que, además de la judicial, una de ellas es la de la presión social. Insistió en que esta renovación de la concesión a la pastera "no hay por donde cogerla" y que "no defiende los puestos de trabajo" sino a los accionistas de una empresa que "no está robando la ría". Lores aseguró que exigirá a un eventual gobierno alternativo al PP que cumpla su compromiso de revertir esta decisión y se mostró incluso dispuesto a actuar igual que con Rajoy con cualquier otro presidente cuyas acciones permitan que Ence se perpetúe en su actual emplazamiento.

Por último, Lores respondió a las críticas vertidas desde sectores como el PP y aseguró que con esta declaración de Rajoy como persona non grata no se está alentando, "nada de violencia, ni siquiera verbal", ya que entiende que "violencia es la que ejercen ellos" al prohibir la entrada en el parlamento a "cualquier persona" que acude a esta institución "defender sus intereses".

El alcalde calificó el comportamiento de la empresa en el pleno de ayer como "impresentable" al denunciar que tanto trabajadores de Ence como los simpatizantes del PP estuvieron "insultando a todo el gobierno e interrumpiendo el pleno" y lamentó que desde el grupo popular se haya tomado "como un recochineo" que la sesión fuese en el Teatro Principal. "Este es un gobierno democrático y transparente en el que debatimos todo" quien defendió este escenario para la celebración de las sesiones dado que tiene el tamaño suficiente para que los vecinos acudan "a opinar a favor y en contra" de los temas que allí se discuten.

También el presidente de la Xunta se refirió ayer a lo sucedido en el pleno de Pontevedra. Feijóo lamentó el "espectáculo" que a su juicio se vivió en dicha sesión plenaria y aseguró que, pese a ello, Rajoy seguirá ejerciendo de "pontevedrés en todos los sitios". "Se siente orgulloso de ser pontevedrés y de ser gallego y nosotros nos sentimos orgullos de que el presidente Rajoy sea de Pontevedra y sea gallego", dijo el presidente de la Xunta.

Núñez Feijóo destacó que Lores se unió a "los concejales que representan a menos población y, en consecuencia, tienen menos apoyo", en alusión a los ediles del PSOE y de la Marea, los impulsores y "justamente los dos grupos municipales con menor representación" en el ayuntamiento.

Para el máximo mandatario autonómico, lo ocurrido es "una muestra de sectarismo", el que "nos puede esperar si prosperan determinadas combinaciones políticas en las distintas instituciones" y también en el Gobierno central, anticipó.

Destacó la "falta de elegancia política de lo ocurrido" y aseguró que este comportamiento "no se corresponde ni con la manera de ser de la ciudad de Pontevedra, ni con la manera de ser de los gallegos, ni con la forma" adecuada de entender el ejercicio de la política, porque "ningún presidente del Gobierno" merece algo así, tampoco Rajoy, cuando Pontevedra es una ciudad "de la que presume" y a la que llevó "mucha inversión".

En cuanto a Ence, insistió en que si alguien no entiende que "tramitar los expedientes administrativos conforme a las leyes es una obligación inexcusable" y que, de no hacerlo, se produciría un supuesto de "incumplimiento legal" con consecuencias no solo políticas, "pues lamentablemente" no comprende el trabajo a desempeñar.

También desde el PP a nivel nacional se pronunciaron a cerca de la declaración de Rajoy como persona non grata. El vicesecretario de organización del PP, Fernández Martínez-Maíllo, calificó de "vileza" este nombramiento y cree que forma parte de una estrategia "revanchista" dirigida desde Madrid.