La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial acogió ayer un juicio contra tres personas acusadas de estafar a otros tantos inversores de Pontevedra que aportaron 50.000 euros para el alquiler de garantías bancarias de entidades financieras extranjeras que ofrecían unos elevados niveles de rentabilidad, muy por encima de los productos que existen habitualmente en el mercado.

Dos de los acusados, una intermediaria financiera de Pontevedra que ofreció el producto a los inversores de esta localidad, así como un agente inmobiliario, negaron ayer haber orquestado ninguna estafa. Es más, aseguraron al tribunal que ellos mismos también son víctimas dado que llegaron a invertir fuertes cantidades de dinero. De hecho, uno de ellos, Joan M.C. aseguró que invirtió unos 220.000 euros suyos y de sus familiares. Ambos aseguran que entregaron el dinero al tercer acusado, Manuel M., y que finalmente dichas inversiones no se llegaron a realizar. A cambio, recibían correos diarios de este acusado "contándonos toda clase de películas", afirmaron.

Ambos aseguran que interpusieron una querella en Madrid contra este tercer acusado, querella que se encuentra sobreseída provisionalmente debido a que una cuarta persona en discordia a la que Manuel M. habría entregado a su vez el dinero se encuentra en paradero desconocido. El fiscal pide para los acusados una pena de tres años de prisión y la devolución del dinero.