La controversia que genera Ence en la ciudad tuvo su fiel reflejo ayer en el Teatro Principal de Pontevedra, tanto sobre las tablas, como en el patio de butacas, como también en el exterior. Centenares de partidarios y detractores aguardaban desde primera hora de la mañana a las puertas del caserón de la calle Charino, para expresar su opinión sobre la prórroga concedida a la pastera y, de paso, sobre la declaración de "persona non grata" a Mariano Rajoy, que el pleno de la corporación se proponía aprobar como consecuencia de dicha concesión.

Trabajadores de Ence y partidarios de la permanencia de la empresa por un lado, y opositores a la pastera por otro, compitieron por hacerse oír desde mucho antes de que llegasen los concejales al Teatro Principal. Los gritos de "a ría é nosa e non de Celulosas", coreados por algo más de un centenar de detractores de la pastera, rápidamente eran silenciados por las voces de los más de 200 empleados y defensores de la industria, al grito de "Ence sí, paro non".

Cuando las consignas desistían, decenas de debates y discusiones particulares se abrían entre los concentrados. Enfrentamientos verbales que se repetirían dentro del patio de butacas del Teatro, una vez que la Policía permitió el acceso al público, únicamente hasta completar el aforo.

"Sito Miñanco y Laureano Oubiña también generaban mucho empleo y los metieron en la cárcel", espetaba un opositor a Ence a unas mujeres que en las butacas de atrás exhibían el cartel de "Rajoy persona muy grata". Y éstas no se achicaban para defender el "empleo legal" y la "riqueza para la comarca" que en su opinión genera la pastera. "Todos queremos trabajar en Pontevedra, no solo los de Ence", le contestaban desde unas butacas próximas.

El intercambio, a gritos, de consignas y opiniones entre quienes abarrotaban el patio de butacas motivó que la sesión comenzase con al menos veinte minutos de retraso. Durante la celebración del pleno los gritos del público a los concejales llevaron al alcalde a suspender por dos veces la sesión.

"Sinvergüenza", "corrupto", o "reparte unos sobres" fueron algunas de las frases que tuvieron que escuchar los concejales que trataban de hacer uso de la palabra.

Y la guerra de descalificativos se acompañaba de otra competición por la exhibición de carteles, aunque en este caso los partidarios de Ence llevaban clara ventaja, ya que acudieron al pleno con mayor variedad de pasquines. "Sánchez e Iglesias: Pontevedra no es vuestro títere", "Non fagades política cos nosos empregos", "Marea + PSOE Vergoña", o "Lores jode a los pobres" eran algunos de los lemas impresos en los numerosos carteles que portaron los partidarios de la pastera.

Junto a numerosos empleados de la industria, en el patio de butacas del Teatro Principal se sentaban además destacados dirigentes del Partido Popular. Entre éstos la ex presidenta del Parlamento gallego y actual diputada Pilar Rojo, la también diputada Irene Garrido los senadores José Crespo y Paula Prado, así como una buena representación de la agrupación local de Vigo, encabezados por su portavoz, Elena Muñoz, acompañada por el secretario general de la agrupación viguesa, Miguel Fidalgo, el concejal Diego Gago, o la presidenta de Zona Franca, Teresa Pedrosa. En las puertas del teatro también se pudo ver al presidente de la Autoridad Portuaria de Marín, José Benito Suárez Costa.

PSOE y Marea también contaron con algunos de sus dirigentes, como el diputado socialista Guillermo Meijón, o la senadora de En Marea, Vanessa Angustia Gómez.