Desde el BNG la encargada de mostrar el apoyo nacionalista a la reprobación municipal al presidente del Gobierno fue Carmen da Silva, que echó en cara de Moreira, de entrada su "afán por hacer méritos ante el PP y ante Ence", una empresa que, según dijo, se implantó en Pontevedra "bajo el franquismo y a bayoneta calada y parece que Rajoy es un digno heredero de esa tradición".

Ante los reproches del PP sobre la mancha que este caso puede causar a la imagen de la ciudad, la edil insistió en que "Pontevedra es un municipio amable, algo que no puede decir el PP cuando modificó la Ley de Costas y, con un Gobierno en funciones, condena a la ría y a todos los pontevedreses a 60 años más de destrucción con una prórroga que incluso le dio vergüenza anunciar y lo hizo la propia empresa".

Y es que la supuesta "connivencia" entre el PP y Ence fue uno de los principales argumentos esgrimidos para justificar la reprobación a Rajoy. De hecho, en otro de los puntos de la sesión de ayer, ya sin público, volvió a salir a la palestra la factoría a raíz de la posibilidad de que instale en Pontevedra una planta de biomasa de 40 megawatios. El PP pretendía que el Concello ofreciera terrenos a la compañía para su instalación y Da Silva adjudicó la propuesta directamente a Ence, no al PP, con párrafos "copiados al pie la letra de los comunicados" de la empresa. "Le acaban de regalar terrenos públicos por sesenta años y nos pide que le regalemos más suelo para una planta que ustedes ya saben que no se ubicará en Galicia porque si fuera así (Alberto Núñez) Feijóo y (Alfonso) Rueda ya estarían presumiendo de ello.