Una temperatura que a mediodía de ayer rondaba los 18 grados y un sol que adelantó, al menos durante unas horas, la primavera, llenó de público las primeras fiestas gastronómicas del año en la comarca. La degustación del petote en Cotobade, así como la Festa da Orella de Lérez y la de la Zorza en Monte Porreiro, colmaron las expectativas de sus organizadores, que sirvieron centenares de kilos de derivados del cerdo.

En Lérez, bajo una carpa instalada en las inmediaciones del monasterio, la Asociación de Vecinos San Bieito sirvió a centenares de comensales 250 kilos de oreja y 100 kilos de churrasco. También se contaban por centenares las orejas de postre y las filloas que se prepararon al modo tradicional y cara al público.

Además de servir tapas de oreja a 5 euros (con cazuela de barro conmemorativa incluida), de churrasco a 6 euros y orejas dulces y filloas a 50 céntimos la unidad, también se despacharon lotes con todos estos platos, con empanada, pan, bebida y café por 15 euros.

Es el mismo precio al que se sirvieron las más de 400 raciones de petote que se despacharon en la séptima edición de esta fiesta gastronómica de Cotobade. Este evento se celebró en el interior del pabellón de deportes de Carballedo, donde "se desbordaron las previsiones" de asistencia, según la organización, que en este caso corre a cargo del Concello. "Supuso un punto de inflexión para la fiesta", aseguró el alcalde, Jorge Cubela, que fija el objetivo para próximas ediciones en afianzar la fama de la Fiesta del Petote en el calendario de fiestas gastronómicas de Galicia.

Otro derivado de la carne del cerdo, en este caso la zorza, fue el protagonista de la fiesta que organizaron los vecinos de Monte Porreiro para culminar el Entroido en este barrio de Pontevedra.

Muchos de los asistentes a las fiestas de Monte Porreiro y Lérez no se privaron de probar ni la oreja ni la zorza, ya que solo tenían que cruzar un puente para pasar de un barrio a otro y dar rienda suelta al apetito. En la urbanización de Monte Porreiro, antes de la exaltación de la zorza, los vecinos pudieron seguir el desfile de disfraces, uno de los últimos del Entroido en la comarca.