El gobierno local de Poio continúa su apuesta decidida por lograr que los costes derivados del consumo de energía se reduzcan de forma importante para que afecte lo menos posible al erario público. La crisis económica provoca que cada vez sean más los concellos que realizan actuaciones destinadas a lograr que los gastos derivados del pago de facturas eléctricas disminuyan lo máximo posible. De momento, la Concejalía de Servizos continúa con la hoja de ruta marcada en 2014, consiguiendo reducir hasta en 190.000 euros el gasto anual en electricidad, una cantidad que podría ascender a 240.000 si se cumplen las previsiones marcadas en el presente año.
La teniente alcalde y concejala responsable de Servizos, Chelo Besada se muestra optimista a pesar de que reconoce que la meta marcada para este año es muy ambiciosa. Las actuaciones se basan en un pormenorizado estudio del estado en el que se encuentra actualmente el sistema de iluminación pública, tanto en las calles como en los edificios de titularidad municipal. El informe, concluido a finales de diciembre, constata que todavía quedan algunas líneas eléctricas que tienen un consumo excesivo, según detalla Besada, especialmente en las zonas donde las luminarias son más antiguas.
Besada apunta a que se actuará sobre la base de este estudio, que permite conocer a fondo no solo qué zonas consumen más, sino qué tipo de lámparas hay en cada lugar y el estado en el que se encuentran. Por eso se actuará según las prioridades y urgencias.
Así, la primera medida en este sentido será la renovación de las luminarias en el ámbito de Campelo. Desde el Concello ya hicieron la solicitud a la Consellería de Industria para recibir una subvención para cambiar las viejas bombillas tradicionales por unas modernas de led, de menor consumo. Se actuará en la calle Cabo Corrubedo y en su entorno.
Pero no solo será esta actuación la que se acometa este año en este sentido. También en la parroquia de Samieira, en el lugar de Teinogueira, donde se sustituirán las luminarias por otras de bajo consumo. Según detallaba Besada, en este caso se realizarán con fondos locales, lo que supondría un gasto de unos 20.000 euros, aproximadamente.
El ahorro logrado durante los dos últimos años se explica, en parte, gracias a la instalación de nuevos contadores de energía eléctrica que sustituyeron a los antiguos sistemas, para adaptar la potencia al consumo real y modificar estos contratos con la compañía eléctrica, lo que está evitando que se tengan que abonar los continuos excesos de potencia o penalizaciones por no llegar al mínimo de lo contratado.
