La Policía Nacional alertó ayer de un nuevo repunte de llamadas comunicando secuestros exprés de familiares que resultan ser falsos. La Comisaría de Pontevedra se ha hecho eco de esta alerta aunque todavía no hay constancia de denuncias en la provincia.

En cualquier caso, sí están siendo muy numerosas las llamadas en otros puntos de la geografía española. La víctima recibe esta llamada telefónica en las que unos desconocidos exigen cantidades de entre mil y diez mil euros por la liberación de un familiar que dicen tener secuestrado, imitando su voz o intentando generar una situación de bloqueo y angustia para que acaben realizando un pago rápido por un secuestro que en realidad no existe.

Se trata de una estafa telefónica que busca presionar a las víctimas con amenazas. Esta nueva oleada sigue el mismo patrón que las detectadas hace ahora un año cuando la Policía Nacional localizó a los miembros de esta trama en Santiago de Chile. Ahora, las llamadas parecen provenir de nuevo de este mismo país o desde teléfonos ocultos.