Las principales conclusiones son que un 95 por ciento de las sentencias emitidas por las Audiencias Provinciales y los Tribunales de Jurado fueron condenatorias, que la franja de edad donde se concentró un mayor número de mujeres asesinadas fue la de 31 a 45 años, y que en un 80% de los casos de homicidio y de asesinato no constaban denuncias previas.