El Entroido en Poio es mucho más que una fiesta y por eso ni el frío ni la lluvia ha podido frenar el espíritu carnavalesco en sus cinco parroquias. Esta tarde serán los niños de las Escolas Deportivas del concello los que invadirán de color el municipio, recuperando la figura tradicional del choqueiro.

Ataviados con ropas viejas y estrafalarias y la cara bien tapada y armados con un palo para defenderse de quien los quiera descubrir, como manda la tradición, los pequeños recorrerán las calles de los barrios de A Seca y A Reiboa para pedir un pataquiño a aquellos con los que se crucen. La salida de hoy será el anticipo de une de la las fiestas que mejor conservan el espíritu carnavalesco como es el del choqueiro, que tendrá su propia fiesta el próximo 5 de marzo con su quinto concurso, en el que también se podrá degustar la comida típica de la época, con amenización musical tras el Enterro do Galo Fodorico.

Los amantes del Carnaval tienen su siguiente fiesta este jueves en Combarro, con la celebración del Enterro do Mexilón. Organizado por el Ateneo Corredoira, será a las 21 horas en la plaza de A Chousa.

El Carnaval en Poio no solo es para los más pequeños, sino que lo disfrutan todos, incluyendo los mayores. Entre ellos están el grupo del taller de memoria de Vilariño, que organiza la Concejalía de Benestar Social, y que están viviendo su primer Entroido en grupo, ya que estas clases empezaron en este lugar en octubre. Recientemente aprovecharon y montaron una merienda con dulces típicos para demostrar que el carnaval no tiene edad. La de Vilariño fue una de las actividades que están realizando los siete grupos de los talleres de memoria.