Los vecinos de calle Maceira y Protección Civil de Poio han tenido que emplearse a fondo para evitar que se produjesen grandes daños en los garajes de la zona. Ayer señalaban los voluntarios de Protección Civil que llevaban sin parón desde las 13 horas del viernes achicando agua con las bombas de forma continua.

Esta no fue la única intervención de Protección Civil ayer, ya que tuvieron que señalizar en la carretera a la Escusa, pasando Ríomouro un nuevo desprendimiento causado por la escorrentía. A pesar de mover una importante cantidad de tierra, finalmente no llegó a invadir la carretera por lo que se pudo circular correctamente. Este es el segundo desprendimiento tras el de Combarro el viernes.