Las intensas precipitaciones volvieron a hacer saltar las alertas en Caldas, Cuntis y Barro, dondes estuvieron con un ojo puesto en los ríos Umia y Bermaña, Gallo y Agra, respectivamente. En los tres municipios se volvían ayer a repetir los escenerios de comienzos de año, con crecidas en los ríos que anegaron tierras de cultivos y bajos, obligando a numerosos vecinos a poner en marcha las bombas de achique para evitar que se produjesen grandes daños materiales.

En Caldas se mantuvieron cerrados los paseos fluviales en el río Bermaña, y, especialmente en el Umia, donde se volvió a anegar el paso a Segade, así como la pasarela que comunica A Tafona con el Parque-Xardín, bajo el puente de A Ferrería. A pesar de que estuvo cerca de superarlo, el río no llegó a superar el muro de A Tafona, evitando así que el agua llegase a anegar la zona donde se concentran el mayor número de viviendas, pero sí se llegó a inundar As Carballas y Veigas de Almorzar en Bemil. Además, el río Agra obligó a cerrar la carretera entre Portas y Arcos.

A pesar de ello, la elevación del caudal si provocó que se produjesen inundaciones en bajos como el de la taberna O Muíño o el almacén de la cafetería Termas, donde estuvieron en activo tanto las numerosas bombas de achique propias como la de Protección Civil. Precisamente desde el cuerpo de voluntarios se hacían eco de que el nivel del río alcanzaba a las 14 horas de ayer los 3,5 metros de altura. "Si aparecen unas 4 o 5 horas con el tiempo algo más calmado, nos salvará", señalaba el jefe de Preotección Civil, Jose Sueiro. El nivel de alerta se mantendrá durante el fin de semana.

Las rachas de viento también obligaban a intervenir a Protección Civil, GES de Valga y los Bomberos de O Salnés en la retirada de un panel de urelita de un edificio de la calle Laureano Salgado. En torno a las 17 horas, los voluntarios también trabajan en la retirada de un arbol que cayó en la N-640 entre Caldas y Cuntis, cortando uno de los carriles. Las fuertes rachas de viento obligaron también a mantener cerrado la plaza de As Palmeiras, ante el desprendimiento de ramas.

Por su parte, el Gallo obligó a cerrar el paseo fluvial en el centro de Cuntis y llegó a inundar varias casas en el entorno de la calle Bernardo Sagasta. Mientras que en Barro, el río Agra mentiene anegados varios terrenos agrícolas aunque no llegó a afectar a la N-550.