La Junta de Gobierno de la Diputación de Pontevedra aprobó ayer una nueva remesa de transferencias a los ayuntamientos de la provincia (salvo las dos grandes ciudades) dentro del Plan de Concellos 2016. De tal forma que el gobierno provincial inyectó en menos de un mes 9 millones de euros a los municipios para afrontar inversiones y gastos corrientes. Un plan que supondrá la entrada de 40 millones de euros en las arcas de los consistorios, "diez millones más" que en la anterior etapa del gobierno del PP.

Silva pretendía ayer poner en valor esta y otras actuaciones del gobierno provincial, "hablar del futuro de la provincia y no del pasado", pero acabó estallando en una dura crítica hacia la anterior etapa del gobierno del PP en la Diputación a cuenta de las protestas de los populares en Sanxenxo por el retraso que acumula el proyecto de reforma de la avenida Luis Rocafort. Silva recordó que esta es una actuación aprobada por el anterior gobierno del PP pero que presentaba graves defectos como el no ajustarse al Plan General de esta localidad. Y la presidenta no se quedó ahí, recordó otros "desastres" del anterior gobierno del Louzán, como el auditorio de Vilanova o las Pousadas de O Salnés, cuatro inmuebles que no pudieron entregarse al adjudicatario dado que, pese a estar finalizadas, ninguna de ellas tenía seguro de las instalaciones, carecían de vigilancia y agotaran el presupuesto para el suministro eléctrico, entre otras deficiencias. Un proyecto que partió con un presupuesto inicial de 9 millones de euros y que acabó consumiendo 20 millones de euros de recursos públicos de la Diputación, censuró ayer el gobierno provincial.

Silva aseguró que existen una gran cantidad de "obras y procedimientos" heredados del PP que tienen múltiples irregularidades" y que el actual gobierno está intentando subsanar y que de hecho se firmarán en breve "cinco o seis addendas" para regularizar proyectos en distintos municipios que, al igual que el caso de Sanxenxo, no se ajustan a los planeamientos en vigor. "Quería hablar del futuro" pero asegura que, ante el tipo de oposición que está practicando el PP, "no queda otra que hablar del terrible pasado que hay que solventar".

La presidenta acusó al grupo provincial del PP de intentar "hacer de la política un campo de batalla" al asegurar que la única herramienta política que utilizan "es la descalificación" en lugar de hacer una labor de oposición, fiscalizando la labor del bipartito que gobierna la Diputación.

Violencia de Género

La presidenta inició su intervención mostrando su "total y contundente indignación" por el último asesinato machista de Lugo e instó a Mariano Rajoy y a Alberto Núñez Feijóo a "no esconderse" y "dar explicaciones sobre lo que van a hacer para poner fin a esta situación intolerable" y "a los recortes hechos en la lucha contra la violencia de género".