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Hincar el codo para conseguir una plaza pública

Los opositores refuerzan su entrega a los apuntes ante las nuevas convocatorias

Hincar el codo para conseguir una plaza pública

Cada mañana y cada tarde se centran en sus apuntes con un solo objetivo: conseguir un puesto de trabajo en la Xunta de Galicia o en el Estado. Son los estudiantes de oposiciones, que en los últimos días, debido a la convocatoria de plazas públicas, 2.400 de ellas de la Administración autónomica, llenan las bibliotecas de Pontevedra, tanto la "Antonio Odriozola" como las de las facultades universitarias. No les falta preparación, pero son conscientes de que la competencia es dura y de que todas las horas de estudio son pocas.

Las academias de Pontevedra aseguran que han notado un considerable aumento en el número de matriculados que optan a plazas de Auxiliar Administrativo en la Xunta y en la Guardia Civil y la Policía Nacional.

María Tembra, de 31 años, comenzó a estudiar en noviembre para unos exámenes que se van a celebrar el próximo 27 de febrero y con los que podría conseguir una plana como técnico administrativo en Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, Aena.

"Comencé a estudiar antes porque sabía que me iba a quedar en paro, y así fue", explica la joven, que se matriculó en una academia para preparar las pruebas.

Desde que se encuentra desempleada, dedica entre nueve y diez horas al día a estudiar un temario del que lo que más tiene "controlado" es la contabilidad y el archivo. "La parte de leyes todavía no", reconoce.

Conseguir un puesto fijo es prioritario para ella y, aunque es consciente de que la pueden destinar a cualquier punto de España, ha escogido como primer destino Vigo.

"Los exámenes para Galicia se realizan en Santiago, pero después te puede tocar en cualquiera otra ciudad. Aún así, mi familia me anima a que las estudie porque hace diez años que no las convocan", afirma.

"Estoy muy animada, pero también muy asustada porque me queda muy poco tiempo", reconoce.

En caso de no aprobar en esta ocasión, María Tembra volverá a buscar trabajo en la empresa privada.

Carmen Rodríguez, de 36 años, ya tiene una plaza en la Administración pública. Es auxiliar administrativo en la Xunta desde 2010, aunque tomó posesión en 2011, pero se presentará a los exámenes para promocionar de un C2 a un C1.

Para conseguir su puesto actual, la pontevedresa se presentó en dos ocasiones a las pruebas, de las que solo se convocaron 28 plazas. Ahora, con 80 plazas en perspectiva, cree que lo más difícil es que ha cambiado la parte relativa a las leyes, que se ha ampliado. Además, los opositores que se presentaron en la convocatoria anterior tienen la posibilidad de conservar esas mismas notas renunciando a hacer el examen.

El hecho de estar trabajando ha reducido notablemente las horas de estudio de la joven respecto a la ocasión en la que aprobó sus primeras oposiciones, de modo que ha pasado de estar seis horas ante sus apuntes a las tres que se puede permitir ahora.

Carmen Rodríguez estudió Derecho. "Es una carrera chulísima, pero no llegué a ejercer. Dentro de la intranquilidad que hay ahora en general, siendo funcionaria te sientes algo más tranquila. Psicológicamente, preparar oposiciones es muy duro", resume.

Agentes de la Benemérita

A Sergio Alcaine lo de ser Guardia Civil le viene de familia. El pontevedrés, de 32 años, estudió un Ciclo Formativo en Mantenimiento Industrial. Trabajó en esta especialidad, en un concesionario de motos y como auxiliar en dos campañas de la Policía Local. Fue ahí cuando descubrió su vocación, que ahora le ha llevado a preparar las oposiciones para ser agente de la Benemérita.

"La última vez que convocaron plazas en la Guardia Civil fue en septiembre del año pasado, y fueron 830. Se prevé que este año convoquen el doble", dice esperanzado.

Además de estudiar, tiene que entrenar para mantenerse en forma física y optar a una plaza para la que el Estado ha aumentado la edad límite de los 30 a los 40 años.

Al igual que él, Francisco Abalo, también de 32 años, también aspira a ser agente de la Guardia Civil en la próxima convocatoria.

"Hace seis años que soy soldado, por lo que tengo poco tiempo para preparar los exámenes", confiesa, por lo que ha decidido apuntarse a una academia que le ayude a organizar su tiempo de estudio.

Aunque su ilusión es aprobar los exámenes, que todavía no han sido convocados, tiene claro que lo intentará una y otra vez. "Ahora que empecé, continuaré", recalca.

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