El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer en el Parlamento gallego que la prórroga de 60 años más de concesión de Costas a Ence supone para la empresa "asumir una gran deuda con la ciudad de Pontevedra, con la comarca y con Galicia", de ahí que la Xunta "exigirá" a la pastera "que cumpla las inversiones, que mantenga el empleo y cumpla mes a mes y año a año las normativas medioambientales" incluso "por encima de los límites legales". De este modo, el titular del Ejecutivo autonómico refrendaba una vez más, esta vez ante la Cámara, su apoyo a la permanencia de la fábrica en Lourizán hasta 2073, una ubicación que "no nos gusta" pero necesaria, a su juicio, para garantizar el empleo industrial en la comarca.
Lo hacía en respuesta a una pregunta de control del BNG acerca de las medidas que adoptará la Xunta tras la decisión de Costas. El parlamentario nacionalista Francisco Jorquera denunció la "sumisión" del PP ante la empresa donde se aplican las "puertas giratorias" en referencia a la presencia en su consejo de administración de exministros y exconselleiros del PP como Isabel Tocino y Carlos del Álamo.
"Ustedes llevan 17 años gobernando en Pontevedra -recordó Feijóo al BNG- y la única alternativa es que cierre Ence, abocando al paro a cientos de familias. Nosotros queremos que Ence siga cumpliendo la normativa ambiental, que siga haciendo más inversiones forestales y que siga realizando más proyectos industriales; mientras sea presidente, lucharé por ello". Llegó a remarcar que "tenemos madera suficiente no para una central de pasta, para dos o tres. Somos un país capacitado para producir madera e ponerla en valor".
Tal y como señalaba apenas unos días después de conocerse la prórroga, Feijóo destacaba que la ubicación de Ence no es la más adecuada e incluso la calificó de "estorbo". "A todos los que estamos aquí la ubicación no nos gusta, ni al gobierno ni al grupo mayoritario ni a los escaños de la oposición le gusta la ubicación, eso no es nuevo, pero el partido al que pertenezco propuso valorar y estudiar un posible traslado de la papelera", subrayó el titular autonómico. No obstante, dejó claro que "las únicas opciones eran cerrar o facilitar el cumplimiento de la normativa ambiental", es decir, autorizar su continuidad". Admitió que nunca se puso sobre la mesa una ubicación alternativa (ni el PP y el BNG) porque "Ence necesita un caudal de agua equivalente al que precisan 200.000 personas, con proximidad a un río o al mar; necesita un puerto internacional cerca y una fuerza eléctrica igual a la que consume la mitad de Vigo diariamente", condiciones que "nos llevan al dilema de decidir entre el cierre y el paro o garantizar el empleo". Volvió a citar los 800 empleos, "más camioneros, más la mitad del Puerto de Marín y 75.000 familias que venden madera a Ence"
Tras reprochar al BNG su "inacción" en el Concello, también tuvo palabras para el bipartito que gobernó la Xunta entre 2005 y 2009. El informe ambiental favorable presentado por la Xunta a Costas en noviembre para otorgar la prórroga supone "lo mismo" que el anterior gobierno bipartito y es "comprobar si la empresa cumple los compromisos medioambientales". "La Autorización Ambiental Integrada de 2008 lleva su firma", insistió Feijóo, la del gobierno de BNG y PSOE de aquella época.
Lores, en la tribuna
Mientras en la tribuna de invitados estaba el alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores, el presidente gallego calificaba de "sorprendente" que ningún trabajador de Ence acuda como invitado a las sesiones en el Parlamento cuando se debate sobre la factoría y se pregunta si no será porque "el comité de empresa está contra la propuesta de paro" del BNG.
"Usted pide que se amplíe (la actividad pastera) en Asturias y que nos quedemos sin ninguna empresa de tratamiento de madera en Galicia. Desde los escaños es muy fácil hablar de familias que se quedan sin trabajo, decirles que estorba la papelera, que a usted y a mí nos estorba la papelera, pero lo que no nos estorban son las miles de familias que viven de la madera en Galicia", concluyó.
