Aulas de poliños (de 5 a 7 años), pitiños (de 7 a 10) y el aula granja (de 10 a 14). Son las "instalaciones" de la Escola de Danza En Bruto, que hoy retoma sus actividades en el Centro Leste.

Se trata de "un proyecto que nació hace tres años y que está pensado para acercar la música tradicional y la música a los más pequeños de un modo diferente, que los engancha", señala la concejala de Cultura, Anxos Riveiro.

Ésta participó ayer con Marcelo González, de la Escola de Danza En Bruto, en la presentación de la nueva temporada de cursos, que cada año se basan en una tradición específica. En este 2016 la inspiración será la agricultura, "los cantos de labranza, sachado, percusiones y movimientos", indica el profesor, relacionados con las labores del campo y que se trasladaron al folclore.

La escuela cuenta con unas 40 plazas (entre 12 y 15 alumnos por grupo) y el plazo de matrícula está abierto hoy en el Centro Leste de 17 a 20 horas.

Los niños no necesitan tener conocimientos previos de música o danza. Por su parte, los "mayores" no solo aprenden sino que ellos mismos crean folklore, hacen jotas, danzas etc.