La Policía Local de Pontevedra no ceja en su empeño de erradicar el "punto negro" de trapicheo de drogas que se produce en determinados puntos de la plaza de A Ferrería, concretamente en la zona de la fuente o en los soportales del edificio sindical. Así, en las últimas semanas han procedido a la detención de tres personas en un operativo que se suma a los siete que con este mismo objetivo llevaron a cabo desde 2013, cuando arreciaron las quejas vecinales por la venta de estupefacientes en la zona. Unos operativos que suman numerosas detenciones e imputaciones pero que parecen no acabar con este problema.

Estas últimas detenciones se produjeron entre diciembre y enero pasado, en el marco de estos controles preventivos que se realizan en la plaza de forma sistemática, para acabar con el trapicheo. El resultado, la detención de tres personas (todos ellos varones y uno de ellos hasta en dos ocasiones distintas en diciembre y enero) por venta de estupefacientes. Además, los agentes se incautaron de sustancias en pequeñas dosis, en total 19 gramos de hachís, 8 comprimidos de tranquimazin, así como 6 gramos de marihuana y 192 euros.

Los agentes pudieron constatar en estos operativos de vigilancia la "venta indiscriminada" de este tipo de sustancias a "personas de todas las edades", incluido un menor de 16 años al que se le dispensaron a cambio de dinero varias pastillas de tranquimazin.

Desde la Policía Local recuerdan que hace años que vienen desarrollando planes preventivos para evitar la venta y el consumo de drogas en este tipo de espacios públicos, pero con especial intensidad en el entorno de los centros educativos. Muchas de estas actuaciones finalizan con la intervención de la Policía Local pero en ocasiones, tras comprobar su envergadura y posibles ramificaciones, la información disponible fue puesta en conocimiento de la Policía Nacional y acabaron con la incautación de alijos de cierta importancia tanto en Pontevedra como fuera del municipio.

Locales de ocio permisivos

Los agentes explican que también están realizando importantes trabajos de prevención y actuación contra aquellos locales de ocio que se muestran permisivos con el consumo de drogas en el interior de los mismos, algo que en muchas ocasiones utilizan como medio para alcanzar un mayor volumen de negocio.

Desde la Policía Local explican que continuarán realizando estos controles periódicos en estos "puntos negros" de venta de droga y recuerdan que además de las consecuencias penales que puede tener el tráfico de drogas (con penas de prisión de uno a tres años y de 3 a 9 años dependiendo del tipo de sustancia), también se sanciona por la vía administrativa con multas de hasta 600 euros la posesión de drogas en lugares públicos para su consumo.