La labor de la UFAM no se va a limitar exclusivamente a la violencia de género. La violencia intrafamiliar es otra de las problemáticas que abordarán y que les preocupa especialmente, concretamente aquella protagonizada por menores hacia sus padres. Maite Pantín señala que cada vez son más los casos de "agresividad" que se detectan entre jóvenes que todavía no han cumplido los 18 años. "A mí personalmente la violencia intrafamiliar es algo que me preocupa mucho, es un problema grave y muy difícil de detectar", explica. "Ahora se está empezando a denunciar, pero hasta ahora era muy complicado que un padre denunciase a sus hijos".

Pantín explica que esta "agresividad" no se detecta únicamente hacia los progenitores, "también entre los propios menores, entre iguales o hacia sus parejas".

Señala que la principal herramienta para luchar contra esta incremento de la conflictividad entre los menores "es la prevención". Considera que es necesario acudir a los centros educativos "y explicar cuáles son aquellas conductas que no se pueden consentir". Explica que en la Comisaría de Pontevedra sí han detectado casos de víctimas de violencia de género menores. "A veces el problema es que sí que perciben que están sufriendo conductas que no son normales, pero no lo identifican con un problema de violencia de género", relata. Por esto, señala la importancia de este tipo de campañas "que sirvan para abrirles los ojos y que realmente vean lo que les pasa, que sí es una situación de violencia" y que denuncien.

No hay perfil de víctima

Maite Pantín señala que, tras su experiencia anterior en la UPAP, no tienen un perfil definido de víctima y maltratador. Señala que la violencia de género y la familiar es una lacra que se da "en todos los ámbitos sociales". Sí reconoce que en ocasiones, una buena situación económica y psicológica puede permitir a la víctima "salir más fácil de la situación de violencia".

La responsable de la UFAM de la Comisaría de Pontevedra destaca también los buenos resultados del dispositivo de protección y acompañamiento de los agentes de la Policía Nacional (tarea en la que cuentan también con la colaboración de la Policía Local de Pontevedra) hacia las víctimas de este tipo de delitos en Pontevedra. "Es un servicio muy eficaz", subraya, "el contacto es continuo y les resulta más fácil comunicar cualquier problema", añade. El agente también guía a la víctima a través de los recursos de los que dispone a nivel judicial o social para lograr dejar atrás la situación de violencia que ha padecido.