El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, se entrevistó ayer con el alcalde de Poio, Luciano Sobral, para analizar los detalles finales del proyecto de las futuras sendas de la carretera PO-308 a su paso por Raxó. Estuvo acompañado por el jefe territorial de Infraestructuras.

La Xunta de Galicia marcó en su día los terrenos que necesarios para poder ejecutar el proyecto de las sendas, comprometiéndose el Concello a facilitar a la Consellería de Infraestruturas los que fuesen de propiedad privada.

Con este proyecto, se dará un paso más para garantizar la seguridad viaria en esta carretera, después de la ejecución de varias mejoras a lo largo de 2015, como la instalación de señalización vertical y horizontal, de bandas sonoras y de asfaltado antideslizante.

El alcalde planteó varias dudas en relación a los terrenos que se necesitan poner a disposición de la Xunta, en concreto, sobre las medidas de los mismos. Las obras supondrán unos 200 metros de cesión de terrenos, la ejecución de dos muros de contención y la creación de una pasarela elevada en la curva de la bajada a la playa de Fonte Maior.

Por este motivo, el jefe territorial de Infraestructuras anunció que visitará la zona in situ, para aclarar estas dudas junto a los técnicos de la Axencia de Infraestruturas, y aprovechará también para escuchar una demanda presentada por varios vecinos para habilitar zonas de giro en esta zona.

El escrito demanda acceso para las casas que se encuentran en el margen izquierdo de la PO-308 en la dirección Pontevedra-Sanxenxo, así como para los que giran hacia Pontevedra en el margen derecho, entre los puntos kilométrico 6,7 en la intersección con el Camiño da Escola y 7,200 en la intersección con la carretera de acceso a la Casa de Turismo Rural Travesía Praia. Consideran los vecinos afectados que se necesita habilitar algún punto más con posibilidad de giro.

El Gobierno gallego desarrolla así el plan de trabajo acordado el año pasado con la corporación municipal y ratifica el compromiso adquirido con la mejora de la carretera PO-308. En los últimos años, recordó el delegado territorial, la Xunta actuó en esta carretera, incluso de urgencia cuando fue necesario, con más de 1,5 millones de euros invertidos en obras como la mejora de seguridad viaria entre los puntos kilométricos 4+200 y 7+600, con una inversión de 1,4 millones de euros (mejora de intersecciones en la zona de Combarro); o la renovación de la capa de rodadura en la denominada "curva dos cotos" entre los puntos kilométricos 13+040 y 13+840, con una aportación de 260.000 euros.