No fue la edición de mayor afluencia pero mantuvo su poder de convocatoria. Además el mal tiempo de la jornada del sábado dio una tregua y facilitó que durante la mañana cientos de pontevedreses pasasen por la carpa bajo la que se celebró en Salcedo la "Festa do Polbo".

Un año más, la cita gastronómica fue el punto de encuentro de numerosas familias y grupos de amigos, que despidieron así la semana de fiestas en honor al patrón de la parroquia de Salcedo y abogado de las enfermedades de garganta, San Brais.

"No es una fiesta gastronómica al uso sino el colofón a la fiestas", indican desde la organización, "se empezó con ella y poco a poco se continuó la tradición".

Hoy la cita es una buena excusa para la convivencia vecinal y también para el encuentro con los representantes políticos. Y es que entre los que se sumaron a la degustación figuraron los concejales nacionalistas Carmen Fouces y Demetrio Gómez, la edil de Ciudadanos María Rey y varios integrantes de Marea.

Desde el mediodía el pulpeiro preparó las raciones del pulpo á feira (que buena parte de los adultos acompañó con la no menos tradicional taza de tinto y los más pequeños con refrescos) y los participantes en la fiesta acudieron escalonadamente a la carpa, si bien el momento de mayor afluencia se produjo alrededor de las dos de la tarde, una vez finalizado el oficio religioso solemne.

La misa tuvo lugar en la ermita, en donde se dieron cita numerosos fieles que tras el oficio flanquearon la imagen del santo en la procesión por las inmediaciones del templo. Los acompañó "Os Chichisos", el grupo de gaitas que momentos después pondría la banda sonora a la degustación.

Ésta dio paso durante la tarde a un festival infantil de Carnaval y rubricó un programa festivo que incluyó oficios religiosos, actividades musicales como el quinto Serán San Brais o la octava carrera popular que lleva el nombre del patrón de Salcedo. Esta prueba deportiva incluyó además una vertiente solidaria ya que donó parte de su avituallamiento al comedor de San Francisco.