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José Rivas Fontán: "En los setenta el gobernador civil me quería meter en la cárcel por comunista"

"Tuve mil oportunidades de ser corrupto pero no quise compartir ese mundo que he censurado siempre"

José Rivas Fontán: "En los setenta el gobernador civil me quería meter en la cárcel por comunista"

El ex alcalde y ex diputado José Rivas Fontán nació en Xeve. "En Verducido", concreta, "Xeve hasta el año 1945 era un municipio que tenía tres parroquias, San Andrés, Santa María y Verducido; precisamente el último alcalde de Xeve fue mi abuelo, el barbas, un hombre que tenía unas barbas que le llegaban hasta el pecho, un hombre de mucha autoridad y al que yo admiraba mucho por valiente, justo e independiente".

-¿Cuál es su primer recuerdo de Pontevedra?

-Los de Xeve bajábamos a Pontevedra, teníamos evidentemente dependencia de la ciudad, pero mi vida era en el campo, como he contado otras veces aprendí del ruido del viento, del ruido del agua, del canto de los pájaros y el movimiento de las hierbas, de correr quilómetros y quilómetros por los campos, es decir hasta que empecé a estudiar tuve una vida muy en contacto con la naturaleza. En aquel tiempo estudiar era muy difícil, la universidad estaba lejos y como algunos vecinos y algún pariente mío fuimos a estudiar a Pontevedra Bachillerato, así que mi infancia la asocio más al campo que a ese primer recuerdo de Pontevedra.

-Usted no quería ser maestro

-No, yo quería hacer otra cosa pero la realidad es que mi familia no estaba en condiciones de soportar el gasto de que yo fuese a la universidad, mis padres vivían del campo y cuando yo estaba en quinto mi padre decidió que hiciese Magisterio, como había hecho mi hermano el mayor, Benito, que ya se murió, así que estudié Magisterio en Pontevedra, donde también hice la mili y donde conocí en la Escuela de Magisterio a la que hoy es mi mujer, que llevo con ella casi 50 años.

-Tampoco le entusiasmaba mucho los niños

-No (sonríe) por suerte mi primer destino fue ser maestro de adultos, hice una oposición que hubo para adultos, que entonces era una enseñanza distinta, con alumnos muy diferente a los niños que, es verdad, a mi me cansaban un poco (sonríe), mientras que los mayores tenían muchísimo interés, devoraban todo, no les llegaban las horas de clases.

-¿Cuál fue su primer destino?

-Cangas, Coiro concretamente, y de ahí tengo un recuerdo que condicionó mucho mi vida política: estar con mis compañeros y enterarme del asesinato del presidente Kennedy. Para los jóvenes de la época los mandatarios de las potencias eran gente llenas de años y Kennedy significaba una visión desde la juventud para el mundo, que tendríamos una salida, y aquel noviembre de 1963 no podía concebir el asesinato, me impactó muchísimo, es uno de los recuerdos más fuertes que tengo de mi juventud, pensar que asesinaron a la juventud del mundo.

-¿Fue ése el detonante de su carrera política?

-Creo que fue precisamente el despertar, todos somos potencialmente capaces de hacer muchas cosas con nuestra mente, necesitan esa energía potencia, ese estallido, y en ese momento pensé que el mundo hay que moverlo, no podemos recibir un mundo y transmitirlo igual que estamos. Y a partir de ahí se produjo un cambio en mi vida porque me ficha el que fue uno de mis mejores amigos, un castellano de Ávila que llegó a Pontevedra, Federico Cifuentes, inspector jefe de Educación. En aquel momento los inspectores eran gente del régimen, muy favorecidos por el sistema, incluso sin preparación, un hermano de los Raimundo Vázquez, Dorita Riestra, los marqueses, hijos de inspectores, y Federico era joven y me llamó a mi para que colaborase. Me pidió que me especializase en un área y me fui a Madrid a una oposición en la que obtuve el número 2 de España, también me mandó a Madrid a un curso sobre medios audiovisuales aplicados a la enseñanza, todo el mundo de los magnetófonos, de cámaras.

-De ahí procederá su afición a la fotografía

-Justo, y también es el momento en que me pongo en contacto con la música clásica, porque había una discoteca impresionante y ahí conocí a todos los clásicos, además del pop. Y lo mismo en la fotografía, algo que sigo practicando intensamente, conocí las cámaras, luego me aficioné a revelar, tenía mi laboratorio etc. Y al volver a la Inspección se inicia un momento decisivo para mi vida.

-Afirma que no podemos imaginarnos hoy las condiciones de vida de un maestro de la época

-No puede imaginárselo, pero los maestros tenían el día primero de cada mes sin clase porque iban en fila india los pobres (pobres porque era verdad aquella frase de "pasas más hambre que un maestro de escuela") iban al padre Bernardo López en la calle Sarmiento, y veías colas a la puerta de su casa para darles algo. Y en aquel momento se produce una especie de revolución en la enseñanza frente al modelo del franquismo, lanzado para cargarse el mejor proyecto educativo que tuvo España y que fue la Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos, donde se educaba para la libertad, el niño ya no era una solo una cabecita en la que meter conocimientos sino también un ser al que despertar a la vida para que decidiese sobre su futuro, que no fuese una reproducción sistemática de otro, y ahí vi como estaban humillados muchísimos maestros, como se les trataba mal y sentí la necesidad de hacer una revolución contra el sistema.

-Fue, deduzco, el momento de su iniciación como "sindicalista"

-Es una de las partes más destacadas de mi vida, abordamos un proyecto de democratizar la enseñanza y luchar contra el sindicato vertical, hicimos un movimiento seguido por miles de maestros en toda España y, sobre todo, con los que yo tuve más relación, por los sindicatos de educación franceses, hasta el punto de que en 1975 fui invitado con dos compañeros a seguir la gran huelga que hubo en Francia y allí estuve con los franceses. Hicimos un movimiento que realmente derribamos el sistema, hasta el punto de que nos acusaron de comunistas. Y ese hombre que le citaba, Cifuentes, fue decisivo porque al gobernador civil de entonces, Pedrosa, que nos quería meter en la cárcel por comunistas, le contó que luchábamos por la dignidad de la profesión y que se mejore. Montamos huelgas y en algunas escapamos como se suele decir delante de los grises, un compañero está escribiendo un libro sobre este movimiento. Y desde ahí me sentí un tanto rebelde frente al sistema.

-Y de la rebeldía a UCD

-Espere, espere, muere Franco y en 1976, después del primer gran congreso del movimiento, lo dejé en manos de otro para que lo continúen. Y en 1977 me llama un colaborador de Adolfo Suárez, que era Jesús Sancho Rof, yo me sorprendí, pero Suárez para mi me parecía de nuevo la esperanza frente al viejo régimen (y permítame decir que creo que le debemos estar agradecidos y pensar en lo que consiguió, máxime viendo lo que está pasando ahora en Madrid, él que pactó con los comunistas, con Felipe González, con CC OO, con UGT), así que me embarqué en su proyecto y fui diputado constituyente. Fue el comienzo de mi vida política.

-Después vendría la alcaldía

-Exactamente, en 1978 se me encomendó ser el secretario de la Xunta preautonómica, di todos los primeros pasos (el primer boletín, el primer local, el presidente era Rosón y en mi confiaba mucho?) y la verdad es que en aquella época tenía mucha aceptación incluso entre la oposición, en el Partido Comunista, Socialista etc por mi trayectoria. Era una especie de garfio para conectar con la oposición, conocí a Carrillo, a Guerra, a Arzálluz, a Roca, a Pujol.

-¿Qué opinión le merece Pujol?

-Me tiene asombrado, era un líder muy considerado, un hombre inteligente que sabe escribir y hablar, así que de lo que se ha descubierto últimamente es asombroso.

-¿Y entiende lo que está pasando en el resto de la política española?

-Tampoco, no lo entiendo, yo viví una época en la era mucho más difícil hacer una transición que elegir a un presidente del gobierno. Y en aquel momento fíjese lo que suponía, un parlamento al que llegamos por primera vez sin UCD con mayoría absoluta, había 7 comunistas, los 8 magníficos de Fraga aún sin bajar del monte, aquello era una tarea casi imposible y ahora que es muchísimo más fácil no lo logran. Y es fácil: los españoles democráticamente y mediante voto han elegido lo que hay, pues eso es España y ellos tienen que hacer el gobierno, no les voy a decir cómo, pero no puede ser que nos lleven a unas elecciones dentro de dos meses.

-¿De qué se siente más satisfecho de su etapa como regidor de Pontevedra?

-Primero decir que goberné sin mayoría absoluta y toda la oposición me ayudó, colaboraron conmigo hasta el punto que Pilar Allegue, nacionalista, era delegada de Jardines, y el del PSOE el de Sanidad y al principio Fortes Bouzán, de Unidade Galega, fue presidente de la comisión de Urbanismo. Me siento orgulloso de dirigir un equipo muy competente, por ejemplo también con Celestino García Braña, arquitecto del Partido Comunista, una corporación muy competente. Y me siento orgulloso de haber hecho en el Concello de Pontevedra un papel similar al que Suárez hizo en Madrid, de conjugar voluntades y que todos tuviesen su cota de responsabilidad sin jugar a eso de yo soy de aquí tu de allá y gano y tu pierdes.

-Eso por lo que respecta al aspecto político ¿por lo que atiene a la gestión?

-Lo que más me enorgullece es que yo creo que la administración local está para dar servicios de calidad y baratos, y cuando llegué en Pontevedra no había ni agua, era el grandísimo problema, hice el gran proyecto de abastecimiento y hasta la depuradora que se usa hoy, se está ampliando pero en su momento fue un paso de gigante y tuvo mucha oposición, fue muy complicado. Desde el punto de vista cultural mi gran obra fue la recuperación para el patrimonio municipal del Teatro Principal, con un festival que estaba a la cabeza en España. Y además está la reforma de la administración y del propio ayuntamiento que no se parece en nada a lo que había, dotarlo de gente competente, el concello no estaba más que lleno de familiares y aquello se acabó, por supuesto para mi el primero, yo no tengo ningún familiar colocado.

-Tuvo usted un periplo judicial sonado

-Tuve la desgracia de ser víctima del juez Varela, ahora en el Supremo, se empeñó, y no se por qué porque desde el Defensor del Pueblo en Madrid hasta el Consejo de Europa o el fiscal general del Estado y nadie entendía por qué me procesó cuatro o cinco veces. No soy capaz de encontrarle explicación? Gané en el Tribunal Supremo, especialmente la sentencia sobre una nota de prensa? Y más allá de todo eso le digo que en el ayuntamiento creo que la obra más importante y duradera desde el punto de vista administrativo fue el hacer el Plan General de 1989.

-¿No se arrepiente de ese plan general: una barrera en As Moureiras, el ensanche..?

-Nadie lo ha cambiado

-No ¿de verdad con el tiempo no se hace otra reflexión?

-No, al contrario, creo que fue un plan general que el único que votó en contra fue Lores, el actual alcalde, y creo que es el mayor defensor del plan general, porque ni lo ha modificado puntualmente ni nada, lo ha dejado tal y como está, y eso que está obsoleto ahora evidentemente, pero a mi hacer el plan general me costó renunciar a mi protagonismo político, poner un presidente de comisión del PSOE porque no se si sabe que mi primer mandato fue en UCD, mi segundo independiente en AP y el tercero me presenté totalmente independiente. Y en 1991 me retiré, decidí dedicarme a mi vida y a mi empresa privada. Y así transcurrió mi alcaldía, además de plantar muchísimas camelias, la mayor parte de las camelias de A Ferrería (sonríe) las planté yo.

-Para los que se hayan quedado con ganas: presenta usted en breve sus memorias

-En mayo, escribe el libro un compañero suyo, Adrián Rodríguez, llevamos dos años trabajando en ello, creo que va a ser bastante riguroso y allí cuento todo esto, lo que fue toda mi vida?Me enorgullezco de algunas cosas, por ejemplo que me suspendían de militancia del PP y les dije que no, que me iba, que no quería estar en un partido sin democracia interna y que está lleno de corruptos? No hicieron nada y yo me marché muy contento.

-¿Cuál es la gran satisfacción de su vida política?

-Soy una persona que siempre doy la cara, y como digo en el epílogo de ese libro yo soy una persona que nunca me puse de rodillas ante nadie, me siento orgulloso de eso; si hoy tuviera oportunidad volvería hacer lo mismo, todo lo que he vivido en mi carrera política, pero con una excepción, que yo reconozco que he cometido errores, incluso algunos los he cometido dos veces (risas) pero por lo demás a mi me rodeó la corrupción y jamás quise que me tocase.

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