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AUGUSTO FONTÁM: "Defiendo la antipoesía furtiva, rebelde y salvaje"

El polifacético artista pontevedrés presenta el poemario "Tricô ou Crhochê: Rendas... E nécoras ao sol... para aborígenes", un homenaje a la autora chilena Violeta Parra

Augusto Fontám.

Es un antipoemario, "como siempre", reconoce Augusto Fontám, "yo solo hago antipoesía", el que presenta el artista pontevedrés: "Tricô ou Crochê? Rendas...E nécoras ao sol... para aborígenes...", una nueva obra "en gallego reintegrado, como siempre", explica el autor, "y lo prologó el secretario de la Asociación Amigos da Cultura, el historiador Anxo Torres Cortizo, mientras que la capa y los dibujos interiores son de un pintor francés que se llama Trosdene Bettecher".

-El título es complejo...

-Mi poesía es muy crítica, la antipoesía es crítica, y en ella utilizo palabras que tienen doble sentido o destacan del resto del texto por ser algo que surge de improviso y no cuentas con él cuando estás recitando, no es lo mismo que una poesía al uso. Por si no lo sabe tricô es como hacer calceta, así que el título sería algo así como "calceta o ganchillo?", y el resto se entiende: y redes y nécoras al sol para aborígenes

-El antipoemario se estructura en tres bloques

-Esas tres partes en las que está dividido el antipoemario son "A lâ é o dominio das elites sobre a plebe que fai tricô", otro "Punhos e letra... Como disparos... Sem vítimas" y "Olhai, o voso arca do sangue, él é o nosso límite", o arca do sangue es como se llamaba antiguamente en Galicia a nuestro corazón, así que hay una serie de connotaciones asociadas a palabras antiguas que ya no tienen uso.

-¿Qué intenta ser su antipoesía?

-Una mirada de frente, llena de sentimientos y reflexiones, cantados en voz alta y con toda la libertad que da un estilo propio. Defiendo la antipoesía furtiva, rebelde y salvaje como una variante personal dentro de la antipoesía. Y es que la antipoesía nació con los griegos y tuvo muchas variantes, posteriormente mucha importancia en Francia y sobre todo en Chile con Nicanor Parra y una serie de antipoetas que lo que pretendían es llevar a la pintura el dadaísmo, al que le acabo de dedicar una exposición. Y es que mi poesía también va encardinada con lo que yo expreso en otros medios, ya puede ser un corto o pintura.

-Había dedicado un poemario a Nicanor Parra y en este caso ha pensado en Violeta Parra

-Si, Nicanor Parra es mi antipoeta de cabecera, digamos, y éste está por criterios de juventud dedicado a Violeta, que era la hermana de Nicanor, una cantautora, practicó precisamente el ganchillo, la calceta etc, practicó la pintura, cerámica, hizo etnografía recorriendo todo Chile, para mi es una autora muy importante y pensé en ella en este momento como defensa de las mujeres, aunque sería un tópico lo de defender a las mujeres porque las mujeres ya se defienden solas.

-¿Qué opinión le merece la antipoesía que se hace actualmente en Galicia?

-Hay calidad, pero también desorden, tensión y autores desconocidos ¿qué le quiero decir con esto? Antes se contemplaba la poesía como poesía, cuando vas a un recital y recitas un par de poemas y dices, en mi caso vamos, yo lo que recito es antipoesía, pues la gente comprendías que lo desconocía. Y ahora hay muchos autores jóvenes, desconocidos, que son muy buenos y que hacen antipoesía, que como casi siempre está enfocada a todo lo que te influye y te rodea y trata de denunciar situaciones o de algún modo hacer realidades. Son jóvenes, gallegos y están sumergidos en la defensa de un idioma, el gallego, una lengua que creo que cada vez está más embarazada de presentes y de futuros, en ese sentido creo que la antipoesía que se está haciendo mira hacia el futuro, sin despreciar, pero sin tener en cuenta ni el pasado ni el presente, es como hablar de frente a las personas pero en voz alta, sin pseudónimos ni tratando de esconder.

-¿Una poesía más llena de verdad?

-Si, más democrática, transparente, una poesía más real en el sentido de la palabra, no como antes que se adornaba con otras palabras bonitas y biensonantes, ahora es más directa.

-¿Cada vez aguantamos menos los eufemismos?

-(risas) Cada vez, cada vez los aguantamos menos. Y me gustaría ahora que hablamos de autores citar a uno antiguo que se llamaba Aristófanes y a uno mucho más moderno, de finales del siglo americano, que es Walt Whitman, y compararlos con autores gallegos que hicieron un tipo de poesía también renovadora y que como nacieron en Galicia no son importantes, pero si hubiesen nacido en otro país llegarían a ser tan importantes como esos que cité, son Novoneyra y Alexandre Cribeiro, éste último un ejemplo de gran escritor y nada reconocido.

-Empezó en la antipoesía por un desengaño, pero no amoroso

-No, fue por un desengaño político. Y la antipoesía está en las antípodas: en cada uno de mis poemas busco en realidad llegar a la libertad plena, sin compromisos con instituciones, corporaciones o partidos políticos, nada, prácticamente contra todo.

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