Los defensores de la pastera se basan en datos económicos para justificar su permanencia en la ría. Recuerdan que la provincia de Pontevedra lidera el sector forestal, no solo por su superficie forestal que ronda el 67% si no por las importantes industrias y centros de investigación existentes. El Grupo Ence es la principal empresa forestal y maderera de la Europa del Sur y de ella dependen directa o indirectamente 325 empresas pontevedresas y 600 en toda Galicia. En total, cerca de 5.000 trabajadores tienen relación con esta empresa.
Asimismo, otro de los argumentos es su proximidad al Puerto de Marín, lo que provoca una gran incidencia socioeconómica en toda la comarca.
La pasta de papel es tras los cereales y los piensos, el principal movimiento de mercancías.
Por su parte, los opositores al complejo industrial argumentan, la riqueza que representa la marisma de Lourizán. Para ellos, la desaparición de la fábrica permitiría, además de recuperar esta zona, el desarrollo urbanístico de Pontevedra hacia Marín, que sería el crecimiento natural de la ciudad.
Subrayan que dotaría a la capital de un amplio lugar de esparcimiento y se podría recuperar la antigua playa.
La riqueza marisquera es uno de los principales argumentos de los detractores de la factoría de Ence. Del sector marisquero viven unas 900 personas residentes en los municipios de la ría.
También el recurso turístico tiene su importancia, a la vez que destacan la repercusión de la fábrica en la salud de la población.
