La corporación provincial celebró ayer dos plenos consecutivos, uno ordinario y otro extraordinario, este segundo a instancias del Partido Popular, para tratar el convenio del Rallye Rías Baixas y otros acuerdos con clubes y torneos deportivos de la provincia.

Al inicio de la sesión ordinaria, se aprobó por unanimidad una declaración institucional en la que se rechaza el anteproyecto de Lei de Acuicultura de Galicia, a pesar de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció el día anterior la paralización de la tramitación de la ley. Al pleno provincial acudieron también representantes del sector, para escuchar el rechazo de la Diputación de Pontevedra a esta norma.

Otro de los puntos controvertidos de la sesión fue una moción del Partido Popular en la que se instaba al gobierno provincial a concretar las inversiones de la Diputación en la ciudad de Vigo y sus importes. La defensa de esta moción por parte de la diputada popular y concejala viguesa Elena Muñoz, quien aseguró que para Vigo solo existen "buenas palabras" y ni un euro en los presupuestos, "cuando el anterior equipo invirtió 90 millones en la ciudad", llevó a la presidenta provincial, Carmela Silva, a recodarle que sus compañeros de bancada han estado estos seis meses de legislatura reprochando a la Diputación precisamente todo lo contrario, que Vigo es la gran beneficiada del nuevo equipo de gobierno.

"Resulta vergonzoso, mire a su compañero de escaño y verá que no le está gustando nada lo que está diciendo; es muy triste su nivel político y dialéctico", le espetó Silva a Muñoz.