Miles de personas recorrieron ayer las calles de Pontevedra para exigir que Ence abandone la ría para siempre. El mismo destino que también exigen para Elnosa. La organización cifró en 20.000 los asistentes a la manifestación y más allá del baile de cifras, de lo que sí no hay duda es que la de ayer fue una de las mayores movilizaciones que se recuerdan en Pontevedra desde el Prestige o la guerra de Irak. Como ejemplo gráfico basta con señalar que tras partir de A Ferrería, la cabecera de la manifestación recorrió las calles Daniel de la Sota, Castelao, Sagasta y Joaquín Costa hasta la altura del hospital Provincial, allí giró por Uxió Novoneyra hacia Benito Corbal y el inicio de la marcha casi colisionó con la cola en el cruce entre Benito Corbal y Daniel de la Sota, dado que todavía había gente que estaba saliendo de A Ferrería.

La movilización fue de gran magnitud. Numerosas personas llegadas de todos los concellos de la comarca se sumaron a los pontevedreses. Colectivos de toda Galicia. La cabecera de la manifestación contaba con representación de algunos de ellos: el sector del marisqueo y bateeiro, asociaciones vecinales representadas en la Federación Castelao, sindicatos como la CGT, grupos ecologistas encabezados por la APDR, los partidos políticos, con el alcalde Lores, del BNG, a la cabeza, así como la diputada de En Marea, Ángela Rodríguez(también estaba la portavoz de En Marea en el Congreso, Alexandra Fernández, quien esa misma mañana le había trasladado al Rey en la ronda de audiencias que está manteniendo el monarca para la formación de gobierno "la cacicada que acaba de hacer un gobierno en funciones con Ence en Pontevedra"). La representación de partidos políticos en la cabecera se completaba con el portavoz del PSdeG en el Concello, Agustín Fernández. Colectivos como Queremos Galego también tenían presencia en la cabecera de la manifestación.

A consignas históricas como "A ría é nosa e non de celulosas" se sumaron otras de nuevo cuño como que "si é tan boa, que a leven para Moncloa" o "por traballo, por salud, peche xa¡". Una marcha en la que los ciudadanos no solo mostraron su malestar por las formas en las que se produjo la prórroga de la concesión de Ence, sino por el prolongado periodo de tiempo por el que se renueva la concesión.

La marea de gente llenó la plaza de Galicia y fue necesario que el presidente de la Federación Castelao, Juan Manuel Loureiro, leyese en dos ocasiones el manifiesto con el que "las vecinas y vecinos de Pontevedra decimos una vez más no al tumor de Lourizán".

Habló en nombre de unos participantes en la manifestación "aquecidos pola indignación, pola raiba de ver como o diñeiro, a avaricia e a corrupción á que tanto ulen las cloacas do Estado regalou a uns cantos ricachóns do Partido Popular una parte irrenunciable da nosa alma".

Loureiro lamentó que se hiciera "unha lei á medida, favorecendo os intereses dunha empresa contaminante, contraa opinión da inmensa maioría do pobo" y que la prórroga a Ence significa "dedicar a ría a producir capital para uns poucos impedindo o seu despegue marisqueiro, pesqueiro e turístico". Una "lousa negra sobre o rexudir de Pontevedra".

Una ciudad que, aseguran, vive "días tristes" tras comprobar que "un vecino desta cidade, Mariano Rajoy, impulsa esta aldraxe de 60 anos máis soportando semellante porquería ás portas do mar, en plena ría".

Para los participantes en la marcha, la prórroga es "un clarísimo exemplo de corruptelas e inmundicias". "Moi semellante ao aspecto que ofrece a fábrica, una morea de tubos fumegantes e conexións entre pozos de veneno", dicen. Dicen también en este manifiesto mostrarse convencidos de que "tras esta escura decisión, opaca" hay "enormes cantidades de capital repartido entre xentes envilecidas polo diñeiro". Consideran que se se trata de una "hipoteca sobre a nosa paisaxe, sobre a nosa ría, sobre as nosas vidas, contra a inmensa maioría da Corporación, sen que nós poidamos decidir nada oruqe Fraga roubounos hai anos ese dereito". Aseguran que pese a todo, "nós non imos parar". "Queremos recuperar a nosa paisaxe, a nosa cidade, a nosa ría". Advierten de que tienen "folgos de sobra para seguir" en defensa de "bosques diversos e ricos, sen abafantes monocultivos ruína da paisaxe". De hecho, no faltaban en la marcha personas enarbolando ramas de eucalipto, lo que para ellos es un símbolo de la pesencia de Ence en Pontevedra. Anuncian una "loita diaria, viva e incansable contra los delincuentes ecolóxicos, contra a soberbia do poder, contra o trágao que Pontevedra xa leva medio século aturando desde que Ence chegou a nosa ría protexida polos fusís do franquismo".