Las inversiones y la creación de empleo es el principal argumento utilizado tanto por la propia empresa a la hora de reclamar la renovación de la concesión y, de hecho, la prórroga está vinculada a la ejecución de estas mejoras por valor de 61 millones de euros en la mejora de la eficiencia de la fábrica de Lourizán, así como a aspectos medioambientales que ya ha anunciado el grupo Ence. Una inversión que podría doblarse y aumentar hasta los 135 millones si finalmente Pontevedra es la localización elegida por Ence para ejecutar la planta de biomasa con una potencia de 40 megawatios de potencia de la que resultó adjudicataria recientemente.
El propio grupo habla de unos 750 puestos de trabajo sostenibles tanto en el lugar en el que se ubique la planta como en las comarcas en las que se lleve a cabo la recogida de la biomasa (agrícola o forestal). Además, calcula que durante la fase de ejecución se empleará a más de 300 personas.
No cabe duda que la concesión de la prórroga para continuar en Lourizán 60 años más sitúa a Pontevedra en un lugar excepcional para albergar esta planta. No obstante, hay varias claves que es necesario recordar. La subasta de energía en la que Ence se hizo con estos 40 megawatios de potencia fue tan competitiva que los proyectos que se hicieron con los lotes que la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia ponía en el mercado lo hicieron sin prima la inversión, es decir sin incentivos públicos, por lo que Ence ya aclaró en ese momento que solo va a construir dicha planta si está totalmente segura de que va a obtener la rentabilidad esperada.
Con todo, Ence tiene sobre la mesa ya tres emplazamientos posibles para la construcción de esta planta: Pontevedra, Villaturiel (León) y Huelva. Desde Ence aseguran que ya ha empezado la evaluación del emplazamiento desde el punto de vista de la disponibilidad de la biomasa (Pontevedra no debería tener problemas en esta cuestión) pero también de otras "ventajas y facilidades administrativas e institucionales que pueda encontrar el proyecto". "La ubicación final de la planta será la que ofrezca las mejores condiciones en estos apartados", señalaban hace apenas una semana desde Ence y así lo reiteraban ayer.
Con todo, y a la espera de los estudios de rentabilidad que den el visto bueno definitivo al proyecto, Ence recuerda que su Plan Estratégico 2016-2020 tiene en el negocio de la energía uno de sus grandes capítulos y supone una de sus grandes apuestas en cuanto a inversión. El objetivo es alcanzar una potencia de producción de energía renovable con biomasa de más de 380 megawatios si se suma la electricidad que ya generan actualmente, las plantas que tiene previsto instalar en Canarias y esta de 40 megawatios con su ubicación por decidir. Recuerdan que ya disponen de un avanzado y novedoso proyecto de generación con biomasa que les permitiría desarrollar una planta "altamente eficiente y bajos costes de producción para aprovechar la biomasa forestal y agrícola" de la zona en la que se construya.
