Luis Rei, portavoz de Marea, se reconocía impactado por la noticia. "La primera reacción es la de quien recibe un mazazo", explicaba momentos antes de la reunión que celebró su formación política para estudiar "las posibilidades de responder a un ataque de este tipo".

La prórroga es, señaló "una malísima noticia, ya lo fue cuando esa industria se instaló en la peor ubicación posible y ahora cuando los pontevedreses teníamos la esperanza de poder librarnos de nuestro vecino más incómodo" se autoriza la concesión por 60 años más.

Es un periodo temporal, recordó, que "afectará a 4 o 5 generaciones más que tendrán que soportar la presencia de esta empresa en la ría de Pontevedra".

Criticó que un gobierno en funciones "y además presidido por un pontevedrés" haya logrado dar "la peor noticia posible" y firmar "un día nefasto en la historia de Pontevedra, por suerte no hay muchos días así pero este es particularmente nefasto".