Dos pares de pantalones, una chaqueta y unas gafas de sol. Eso es todo lo que dejaron los ladrones en la tienda D'Duo de la calle Peregrina, que fue desvalijada en la madrugada del sábado al domingo.

"Si esto me lo llegan a hacer hace un mes, me baldan, ya que todas las prendas son de marcas reconocidas". Auri Montes sostiene uno de los pantalones de mujer en una mano y con la otra señala su tienda vacía. El establecimiento de moda femenina se encuentra en una de las calles más céntricas de la ciudad, pero su ubicación en una entreplanta facilitó el trabajo de los delincuentes.

El teléfono de Auri Montes a golpe de lunes no para de sonar. Son amigos y familiares que se interesan por su estado. "Ahora ya estoy más tranquila, pero cuando vine ayer (por el domingo), me tuve que sentar al ver cómo había quedado todo", asegura.

La propietaria de la tienda se enteró del robo a través de una de estas amigas, que le llamó para advertirle de la presencia de la Policía ante el edificio en el que se encuentra su local.

Los agentes le confirmaron que tuvieron que participar en los hechos al menos dos personas y que una de ellas, un hombre, a juzgar por las huellas de zapato de gran tamaño, habría propinado una patada al doble cristal de la puerta, por donde accedieron al interior de la tienda.

"Ha sido todo muy extraño, porque aunque en este piso solo hay otro local, una inmobiliaria, en el resto vive gente en diferentes viviendas, pero nadie escuchó nada", afirma.

Según aseguró la propietaria de la tienda a la Policía, el robo tuvo que tener lugar a partir de las dos de la madrugada, ya que una clienta y amiga pasó sobre esa hora por la calle y se fijó en el escaparate y todo seguía tal cual lo había dejado su dueña cuando lo cerró por última vez. "Ella estaba pendiente de la nueva colección, ya que yo le había dicho que estaba a punto de llegar, así que miró hacia arriba al escaparate y lo vio igual que los días anteriores", indica.

"Si me hubiese llegado la nueva colección, esto hubiera sido catastrófico", señala la mujer, que cifra en unos 60.000 euros las prendas que en unos días ya tendrá disponibles para su clientela en la tienda.

A Auri Montes el seguro no le cubrirá el robo, ya que no dispone de verja ni alarma. ""Solo lo tengo para responsabilidad civi: incendio, inundaciones y caídas de personas. Ahora me estoy planteando instalar una alarma", reconoce.

"Nunca pensé que me iban a robar. Llevo diez años en este negocio, tres en esta ubicación. Pero si tengo claro algo es que voy a seguir, ya que tengo muchas clientas", reconoce.

Y, precisamente, han sido estas clientas las que le han brindado su apoyo para partir de cero. Es el caso de Aurita González, que compra desde hace años en el establecimiento y que ayer se encontraba en él dando apoyo a la dueña de la boutique.

"Ahora más que nunca le he ofrecido mi ayuda. Yo no soy millonaria, pero le ayudaré en lo que sea", dice convencida.