Sanidade da de baja del censo oficial de zonas de baño aquellos puntos en los que detecta varios "insuficientes" a lo largo de los últimos años como ocurrió con la playa fluvial del Lérez o la de Nanín en Sanxenxo, en 2014. Hasta que se realicen las actuaciones oportunas para mejorar los análisis de estas aguas y se vuelva a solicitar por parte de los concellos su alta, estas zonas de baño no volverán al censo oficial de la Consellería, y de hecho, en el informe de este año ya no aparecen. Los datos de este censo son introducidos en el sistema de información nacional de aguas de baño (Náyade) que puede consultar toda la población que busque información sobre la calidad de las aguas de una playa.

Esto no quiere decir que estos puntos no sean aptos para el baño o se deban tomar medidas restrictivas en estos arenales. De hecho el gobierno local de Pontevedra avaló el baño en la playa fluvial. La Xunta indica en su informe, simplemente, que los Concellos deberían informar de esta calificación a los usuarios con señalización en estas zonas de baño.

La vigilancia sanitaria se realiza mediante un muestreo periódico, recogiendo un total de 10 muestras en cada zona. Una antes del inicio de la temporada de baño (del 1 de junio al 30 de septiembre) y las 9 restantes con una periodicidad quincenal. En las muestras de agua se analizan los parámetros microbiológicos y el objetivo del programa, que está en activo desde la década de los ochenta, es minimizar los riesgos de contraer enfermedades. Facilita información a los usuarios sobre el estado de las aguas y también a los concellos para determinar causas de posible contaminación de cara a la adopción de medidas para prevenir, reducir o eliminar estas causas.