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San Bartolomé responsabiliza de los daños en dos retablos a las obras en el Sarmiento

La parroquia pide colaboración de las administraciones para conservar ambas piezas, que han sido afectadas por las filtraciones -Son obras en madera realizadas en el siglo XVIII

Dos de los principales retablos laterales de San Bartolomé han resultado dañados por las filtraciones procedentes del anexo Edificio Sarmiento, afirman los portavoces de la parroquia. Se trata de los altares de Santa Catalina y de La Magdalena, ambos anónimos compostelanos del siglo XVIII y en los que pueden apreciarse daños en varias piezas y otras afectaciones por la humedad.

"Alguno se está cayendo, con las obras que hubo en el Museo, aquí al lado, entró humedad y además los golpes contribuyeron para que se estén cayendo, pero su restauración supone un presupuesto que nosotros no podemos asumir", lamenta Raúl Lage Radío, párroco de San Bartolomé.

Ambos retablos se sitúan en el lateral derecho del templo desde la entrada; se trata de obras barrocas realizadas en madera con detalles escultóricos como ángeles o motivos vegetales.

A su vez, sirven de mesa de altar de tallas como la de Santa Catalina de Alejandría, un anónimo español del siglo XVIII, la imagen de Santa Lucía firmada por José Rivas o la de María Magdalena, un anónimo madrileño del primer tercio del siglo XVIII que recrea el modelo de Pedro de Mena.

El párroco recuerda que "son dos de los más importantes retablos y a su vez con importantes imágenes, como la talla de María Magdalena, un anónimo castellano que es de las tallas más importantes que se veneran" en el céntrico templo que levantaron los jesuitas.

VER GALERÍA | El párroco muestra alguno de los desperfectos en uno de los retablos. // Gustavo Santos

"Hubo un momento en que el Edificio Sarmiento estuvo abierto, no se lo que hicieron ahí", explica Raúl Lage Radío, "pero se que incluso entró agua, y hasta cayó alguna piedra de la pared en alguna ocasión, detrás de los retablos no sabemos como está pero si que en otras zonas alguna piedra cayó".

La iglesia de San Bartolomé se levantó como capilla del antiguo colegio de los jesuitas, el actual Edificio Sarmiento, construido entre 1695 y 1714 y que reabrió en 2013 tras 3 años de obras promovidas por la Diputación, con la colaboración de Fomento y la Xunta, para acondicionarlo como museo.

Separan la iglesia y el antiguo colegio "una pared estrechita que además tiene hornacinas, así que cuando estaba en obras filtraba, ahora no, pero diría que fue por lo menos un año filtrando, uno o dos".

Raúl Lage pide la colaboración de las administraciones para poner fin al deterioro. Afirma que "todavía no sabemos cuanto costará pero a priori somos conscientes de que si no hay una subvención oficial nosotros solos no podemos pagarlas. Además estas obras exigen un permiso de la Dirección Xeral de Patrimonio, y simultáneamente la autorización de la Diócesis, además de disponer del presupuesto" y solicita ayuda a Diputación, Xunta y Concello para conservar las obras.

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