Las propuestas de modernización de la fábrica y de conservación del empleo por parte de la empresa no suavizan el veto municipal a Elnosa. El alcalde, Miguel Fernández Lores, reiteró ayer que el gobierno local "no tiene interés en que se perpetúe" la clorera, ni Ence, en la ría, por lo que coincide plenamente con João de Mello, presidente de CUF (empresa matriz de Elnosa) al calificar a Lores como el "principal obstáculo" para el futuro de la planta: "Si se refiere a un obstáculo político, tiene razón, pero también es la única verdad que dijo", señaló ayer el alcalde al referirse a las declaraciones que De Mello realizó el pasado miércoles en Estarreja (Portugal), donde CUF posee una gran planta de cloro con tecnología libre de mercurio, modalidad de fabricación que estaría dispuesta a aplicar en Lourizán si obtiene garantías de continuidad.

Pero esas garantías no llegarán desde el Concello. Al margen de la voluntad política del BNG de impedir la permanencia, Lores dejó claro ayer que "desde el punto de vista urbanístico es imposible" dar licencia alguna a Elnosa, "aunque el alcalde quisiera, que no es el caso". "Todo el complejo (incluido Ence) está pendiente de un PERI -un Plan Especial de Reforma Interior, documento urbanístico propio de desarrollo para esos terrenos- desde 1989, un plan que nunca se hizo y sin él es imposible dar licencia", recordó Lores. Añade que "Ence quedó eximida de ese plan urbanístico cuando la Xunta en 2003, con Manuel Fraga de presidente declaró su proyecto de fábrica de papel tisú como supramunicipal", decreto aún en vigor y que retira al Concello las competencias urbanísticas sobre la pastera. "Pero Elnosa no fue incluida en ese decreto, ni siquiera Fraga consideraba que la clorera pudiera seguir ahí", subraya Lores, que insiste en que CUF "no tiene más interés en Elnosa que mantener las facilidades que tiene ahora, con terrenos gratis y una tecnología obsoleta que incumple cualquier normativa y que tenía que haber cambiado ya hace tiempo, pero nunca quiso".

"Carece de viabilidad legal"

Su rechazo frontal a cualquier tipo de licencia urbanística a Elnosa con el argumento de que carece de un PERI específico, que debería presentar la propia empresa, fue refrendado minutos después por la concejala de Urbanismo, Carmen da Silva. La edil subrayó, de entrada, que "ninguna sociedad europea consiente una instalación de estas características en medio de una zona urbana", en este caso entre Pontevedra y Marín, "porque produce cloro y derivados y por ello debe tener unas medidas de seguridad incompatibles con un entorno urbano. Solo eso ya justifica un pronunciamiento político contrario, pero a Elnosa se le permite (desde otras administraciones) lo que a ninguna otra".

"Nuestros técnicos -añade- señalan que urbanísticamente la situación actual imposibilita su permanencia", y reitera las razones del alcalde con respecto a la diferente naturaleza urbanística con Ence: "Cuando se aprobó el proyecto sectorial para consolidar Ence, Elnosa quedó fuera, ni siquiera Fraga -bajo cuyo mandato se llegó a decretar incluso un cese cautelar de la actividad- se atrevió a tanto y pretender ahora su continuidad carece de cualquier viabilidad legal", salvo que ocurra una cosa, que la propia Xunta amplíe a la clorera el decreto sectorial de 2003 o apruebe uno específico para ella que también retire al Concello las competencias urbanísticas sobre esa planta.

"Elnosa está pendiente de un PERI inejecutable y ahora se le acabó el tiempo. Tuvo más que de sobra para buscar alternativas de ubicación porque sabe desde hace años que tenía que irse". Insiste en que "Elnosa conoce esta situación desde hace muchos años y ahora quiere saltarse la legalidad urbanística vigente, que impide su continuidad". Para la concejala solo sería posible la permanencia "si la Xunta y el Estado modifican la legislación para permitirlo, algo que sería una atrocidad urbanística y política". De hecho, el propio De Mello, en sus explicaciones del miércoles admitía que no se contempla esa vía alternativa y se centra todo el proceso en el Concello, al que se acusa de "no recibirnos".