En 2009 se dio en Marín una situación similar a la que ahora ocurre en Pontevedra con la talla de San Sebastián. En esta villa también apareció, en un rincón oscuro de la sacristía del Antiguo Templo parroquial, una deteriorada imagen de la Virgen de la Asunción, que fue patrona de Marín en la antigüedad, al parecer durante la presencia de los monjes de Oseira.
Estos religiosos fueron los responsables de la feligresía y tuvieron en Marín un priorato, cuyo edificio fue demolido en la década de los años cincuenta del pasado siglo. La orden del Císter tenía en la Virgen de la Asunción su principal icono.
La imagen, que data de principios del siglo XVIII, presidió el retablo del antiguo altar mayor, que se encontraba al lado de la sacristía de este templo antiguo antes de su ampliación, a finales de dicho siglo.
El retablo acabó por derrumbarse, produciendo daños considerables a la figura, por los que incluso perdió sus brazos. La imagen de la Virgen de la Asunción fue trasladada por Julio Pazos Gómez al incipiente museo que estaba creando y nunca se consolidó, por lo que la imagen regresó a la parroquia y fue custodiada en la sacristía del antiguo templo durante muchos años.
El párroco José Iglesias Costa, a su llegada a Marín, decidió su recuperación para lo que contactó con un estudio de restauración ubicado en Marín, concretamente Restyar S.L.
De la mano de las restauradoras Carmen Barrón, Marta Domínguez y Eva Fontoira, se llevaron a cabo los trabajos de restauración de la imagen, con un presupuesto de 3.000 euros, que en este caso fueron sufragados por suscripción popular.
Tras su restauración, la imagen de la Virgen de la Asunción volvió a exponerse en la parroquia con un renovado aspecto. Actualmente se encuentra ubicada en lugar preferente el retablo del Antiguo Templo de Marín.
