La actual imagen del patrón de la ciudad, San Sebastián, presidía ayer la iglesia de San Bartolomé, que durante la jornada de hoy será escenario de las celebraciones religiosas que recuerdan el voto de Pontevedra al santo romano. Será un día especial, en el que los fieles se felicitan por la localización de la antigua talla del santo, desaparecida desde 1950. El párroco de San Bartolomé, Raúl Lage Radío, es uno de los que colaboró activamente en la recuperación.
-¿Ha sido toda una sorpresa la localización de la imagen?
-Yo no sabía de ella claro porque llevo aquí relativamente poco tiempo si se tiene en cuenta cuando la retiraron; y si, se decía que si, que estaba aquí pero no aparecía hasta que por fin la localizamos esta misma semana. Estaba en este mismo edificio (la entrevista se hace en el despacho parroquial de la iglesia de San Bartolomé).
-La habían buscado con anterioridad con motivo del tricentenario de la antigua iglesia de los Jesuitas
-Si, algo se había buscado pero se pensó que estaría destruido y de hecho está muy deteriorada, prácticamente queda muy poco de ella, está muy afectada por las termitas, pero, bueno, siempre es una referencia.
-¿Qué se hace habitualmente con este tipo de tallas? ¿Qué han hecho con estas imágenes en situaciones precedentes?
-Pues, bueno, cuando ya prácticamente están inservibles pasan a un almacén hasta, no sé, por si hay alguien que, pero no, esta ya no tiene reconstrucción posible. No se cuanto tiempo hace que está retirada pero hace ya mucho tiempo.
-¿Descartan enviarla a un especialista?
-Si, totalmente, está en trozos.
-Si no se había pensado en la restauración deduzco que mucho menos en la exposición al culto.
-Ah no, no, la imagen no es apta para su exposición al culto, está demasiado deteriorada? En fin, si estuviese algo visible aunque estuviese deteriorada pero que, bueno, tuviese todavía una cierta forma diríamos, si, pero no, por desgracia no se conservan más que restos y no vale la pena exponerlos al culto. Valen la pena desde el punto de vista histórico, para un historiador y los investigadores si, porque forma parte del pasado, pero no como imagen devocional, de culto, ni mucho menos.
-¿Qué destino tendrá entonces la talla?
-En principio seguirá en el almacén, ahora vino este señor investigador y lo que encontró fue un objeto de investigación; si se hubiese destruido habrían faltado los datos históricos que aportan los restos de la escultura y esos conocimientos son importantes, así que continuará almacenada.
-¿Se mejorarán las condiciones de conservación?
-Yo no le veo? No le veo mayor posibilidad, si viene alguien que dice que se empeña en conservar lo que hay pues, bueno, no habría dificultad.
