Tras la polémica sobre los "lombos" para calmar el tráfico o la falta de transporte público, el uso de la bicicleta en el casco urbano se presenta como el próximo capítulo de posible confrontación entre el gobierno local y la oposición. El pleno del próximo lunes, el primero del año, debatirá por la vía de urgencia una propuesta del PP para que el Concello regule de forma oficial los usos ciclistas en la ciudad, con el fin de que "la bicicleta sea el elemento de transporte más predominante".

Jacobo Moreira, portavoz municipal del PP, advierte de que a día de hoy se producen conflictos entre peatones y ciclistas cuando estos circulan por las aceras o por las áreas peatonales, por lo que sugiere que se extienda la red de carriles-bici por el centro y, sobre todo, que se aprovechen los futuros proyectos de reformas de calles para habilitar estos espacios específicos, de modo que se resuelva la "convivencia entre peatones y ciclistas".

El PP aspira a encontrar el apoyo de los demás grupos de la oposición para forzar al BNG a adoptar unas medidas que, en principio, no admitiría. El alcalde, Miguel Fernández Lores, ya dejó claro ayer su negativa a habilitar carriles-bici en las áreas peatonales como todo el casco viejo o la calle Michelena, por ejemplo, mientras que en el resto de la ciudad, toda ella declarada como Zona 30, se advierte de que las bicicletas, "como vehículos que son, deben circular por la calzada, junto con los coches", por lo que el uso de las aceras quedaría limitado a casos excepcionales como "niños pequeños", insiste el alcalde. Por ello, descarta habilitar carriles-bici en esos espacios y reduce su implantación a calles cuya anchura lo permita (como Beiramar, la avenida de Marín o el acceso a Monte Porreiro) y a carreteras de nuevo cuño, como el vial entre Lérez y Monte Porreiro, ya ejecutado, la futura ronda Este entre O Marco y San Mauro o el proyectado vial hacia Monte Porreiro desde la urbanización de Tafisa.

Movilidad universal

En cambio, el PP mantiene su pretensión de que Pontevedra se convierte en la "Ciudad de la Bici" y para ello propone que los cinco kilómetros de carriles-bici existentes en la actualidad se tripliquen en los próximos años hasta 15, creando estos espacios en el centro urbano.

Su propuesta será debatida por urgencia en el pleno del próximo lunes, una urgencia que cuestionó el alcalde. En esa misma sesión se debatirá otra propuesta, esta vez firmada por Marea, relativa a la movilidad universal. Se basa en un vídeo que demuestra, según los integrantes de Marea, que todavía queda "mucho por hacer" en cuanto a la plena inclusión en la ciudad de las personas con movilidad reducida o con problemas visuales o auditivos.

Marea detecta en travesías céntricas como Loureiro Crespo, Doce de Novembro, José Malvar o en todo el campus, "rupturas" de esta accesibilidad que provocan que las personas con diversidad funcional no puedan hacer trayectos "cómodos y en condiciones de seguridad", sino que se vean obligadas a realizar recorridos más largos para evitar esos obstáculos o incluso a circular por la calzada. Para ello reclaman a la Corporación la elaboración de una ordenanza municipal específica en materia de accesibilidad universal que permita al Concello desarrollar las normativas europeas, estatales y autonómicas en materia de seguridad y "supervisar, controlar y sancionar aquellas anomalías" que se puedan detectar en materia de accesibilidad en lugares de acceso público, incluyendo comercio y hostelería.