Es la entrada de Caldas para muchos peregrinos, lo que se ve reflejado en la conocida hospitalidad de sus vecinos, y no son pocos los que cuando pisan la parroquia la relacionan directamente con el taller de la familia Ocampo, la única en realizar campanas de forma tradicional desde hace cuatro siglos. Pero por todo eso, por su tradición e historia, diferencian a la de Arcos da Condesa del resto de parroquias caldenses. Y como no, también llevan su distintivo en su organización, al ser Entidad Local Menor, una la de las nueve existentes en Galicia actualmente, junto con las de Bembrive (Vigo), Berán (Leiro), Camposancos (A Guarda). Chenlo (O Porriño), Morgadáns (Gondomar), Pazos de Reis (Tui), Queimadelos (Mondariz), Vilasobroso (Mondariz).
El próximo lunes se conmemora el 70 aniversario del decreto por el que se le reconoce como Entidad Local Menor (la última en constituirse en Galicia), tras varios años de proceso, y que propiciaría en la primera junta municipal del 23 de agosto de 1946 bajo la presidencia de Julio Ocampo Coto. Para celebrar la efemérides, se celebrarán cuatro días de actos y homenajes, entre los que está una exposición de la historia del lugar y la inauguración de la remodelación de la plaza de Ameal, "que necesitaba ser modernizada y con la que pretendemos que todos los vecinos nos sintamos orgullosos de una de las entradas principales a Arcos desde la N-550, una plaza que dará la bienvenida a todos cada día", como señalaba el presidente de la Entidad Local Menor, Jacobo Pérez.
En una época en la que cada vez se señala más la fusión de Concellos y que está abierto el debate sobre la funcionalidad de administraciones como las Diputaciones o el Senado, en Arcos mantienen de forma orgullosa su apuesta por la Entidad Local Menor. "Subsistimos como podemos. Puedo hablar por Arcos y seguro que en otras entidades locales pasará igual, y es que cuando en muchos municipios se habla de fuertes deudas, nosotros podemos decir que no tenemos ninguna", señala Pérez.
Precisamente en pleno de la Diputación de septiembre de 2012 los diferentes grupos mostraban su apoyo a la continuidad de este tipo de entidades tras conocer la intención del Gobierno central de suprimir estas entidades locales menores en la nueva Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. "Somos una entidad pequeña, pero eso nos permite estar más cerca de los vecinos. La Entidad Local existe porque así nos permite cuidar mucho más el patrimonio, el mantenimiento de carreteras, montes y servicios, lo que nos permite reducir el tiempo de reacción ante cualquier problema", afirmaba ayer Pérez, que recuerda que nadie en la junta municipal recibe retribución por el cargo: "es vocación pura y dura por el bien de Arcos".
Condesa, ilustrado y el Temple
Con gran acercamiento y apoyo de los vecinos, los actos de homenaje de estos días tendrá muy en cuenta a la vecindad. "Estamos muy orgullosos de los campaneros, se les hará un homenaje", señalaba Pérez. Pero no será el único, como indica el historiador; Héitor Picallo, que va a recuperar la historia de la parroquia entre el siglo XI y 1836 y en la que rescata la figura de Francisco José de Caldas, hijo de Xosé Caldas, natural de Arcos, y que destacó como uno de los grandes ilustrados de Sudamérica, reconocido geógrafo en la independencia de las colonias, inventor, naturalista y prócer en la independencia colombiana y que, como muchos ilustrados, tuvo una muerte trágica al ser fusilado en una plaza pública en 1816.
"En su honor y memoria se decidió crear un departamento territorial, de aproximadamente 7.283 kilómetros cuadrados, casi la misma extensión que toda la provincia de Ourense, y que denomina Caldas". Apunta Picallo, que propone que se le dedique un espacio a este personaje ilustre en la Entidad Local Menor de Arcos.
Aunque el historiador señala a más ilustres personajes relacionados con la parroquia, como Pedro Froila de Traba, encargado de criar al rey Alfonso VII, nacido en Caldas. Picallo también relaciona a las más importantes familias nobiliarias de la época con Arcos como son la casa de Trastamara o los Traba, cuya condesa pone el nombre a Arcos. Otros elementos que repasará en una charla este viernes será la historia de la fundación del monasterio de Arcos, las diferentes torres del lugar una de las cuales estaba en la ubicación donde se erigió la iglesia de Santa Mariña y que conserva el palomar de la época o Arcos como base de la Orden del Temple y como los caballeros se repartieron. También ilustrará sobre el origen del lugar que fue un coto en seccionados en tres y que a diferencia de otros se le consideró municipio en 1836.
