Pontevedra continúa hoy bajo la influencia de la borrasca centrada en las Islas Británicas pero las lluvias serán menos intensas y más localizadas que en días anteriores y tenderán a disminuir por la tarde, mientras que en el mar sigue activada la alerta naranja por viento y olas. Es decir, un respiro después de una nueva jornada, la de ayer, pasada por agua de principio a fin, con una lluvia menos intensa que otros días pero sí muy persistente, sobre todo por la tarde.

Especial mención merecen algunas trombas de agua que cayeron de forma puntual en distintos puntos de la comarca. Es el caso de Sanxenxo en donde el aguacero acabó formando grandes balsas de agua en distintas calles de Portonovo o en la rúa Progreso. Estas acumulaciones de agua se fueron casi tan rápido como llegaron aunque causaron problemas de circulación. Con todo, los efectos del temporal fueron menos dañinos que en días anteriores.

Los pluviómetros de las estaciones meteorológicas de la comarca volvían a registrar ayer grandes cantidades de agua, de hasta 70 litros por metro cuadrado desde la medianoche en Cuntis y Caldas; 63,7 en Campolongo (Pontevedra). El Monte Xesteiras acumula ya 472 litros por metro cuadrado en ocho días, a los que habría que sumar los 70 de ayer. Llueve sobre mojado y esto provoca que en localidades como Cuntis o Caldas continuasen ayer muy pendientes de l río Gallo y del Umia que, aunque se mantienen desbordados en fincas y paseos fluviales, ayer no causaron grandes problemas a su paso por los núcleos de población.

En Caldas, el nivel del Umia volvió a subir como consecuencia de la lluvia y la apertura de las compuertas del embalse pero se mantuvo en su cauce a su paso por el casco urbano. Allí, con todo, se sigue impidiendo el acceso a zonas sensibles próximas al río así como a la plaza de Las Palmeras y se iba a mantener la vigilancia sobre el río de madrugada. También en Cuntis se mantiene cortado el acceso al paseo fluvial del Gallo ante posibles nuevas inundaciones y debido a los desperfectos provocados por la riada del pasado jueves.

El viento tampoco dio tregua y fueron múltiples las intervenciones por desprendimientos y caídas de árboles. En Pontevedra fue necesario retirar dos que cayeron en Acevedo y A Ruibal y también se produjo un desprendimiento en la variante de Marín, a la altura del viaducto de Almuiña, aunque no impedía el tráfico. Al lugar acudió la Guardia Civil. También en la capital, el río Gafos volvió a desbordarse a su paso por Tomeza, de tal forma que fue necesario cortar los accesos a zonas próximas al río.

En Ponte Caldelas el Concello tuvo que vallar una acera en el que el viento derribó unas vallas que protegen el edificio en obras del balneario.

Corte puntual de la autovía

También volvió a dar problemas la autovía de Marín que tuvo que ser cortada momentáneamente durante la madrugada al ser invadida por el mar debido al empuje del viento, las olas y la pleamar. A las cinco de la madrugada se reabrió al tráfico. En Portas, Protección Civil también rescató un perro en la playa fluvial.