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Nicolás Bayón: "Hay gente que enfoca mal el deporte al afrontar retos imposibles"

"A un fumador le puede salir una prueba de esfuerzo normal y a los tres días sufrir un infarto"

Nicolás Bayón, ayer en una consulta de Cardiología del CHOP. // Rafa Vázquez

El atletismo popular ha crecido de tal manera en los últimos años que raro es el fin de semana que no hay dos o tres carreras en Galicia. Incluso hay fechas en las que se supera ampliamente esa cifra. El día que mejor ejemplifica que el "running" está de moda es el 31 de diciembre. Ese día tiene lugar una de las carreras populares más importantes y antiguas de España, la San Silvestre Vallecana. Y poco a poco, numerosas poblaciones gallegas han empezado a organizar sus propias San Silvestres. Mañana habrá cerca de 20 pruebas de ese tipo en Galicia, un número inaudito hace solo un par de años. Pero la fiebre por la carrera a pie también tiene sus riesgos. Las recientes muertes por accidentes cardiovasculares de corredores en la Behobia-San Sebastián, la media maratón de Benidorm o la maratón de Málaga ponen de actualidad la necesidad de que los atletas se tomen muy en serio su preparación física y su estado de salud antes de realizar un deporte exigente como es el atletismo. Nicolás Bayón, cardiólogo del Complejo Hospitalario de Pontevedra y médico del triatleta Javier Gómez Noya, es una de las máxima autoridades en España a la hora de hablar de la relación entre ejercicio físico y salud.

-El número de carreras populares y de corredores ha aumentado mucho. ¿La gente corre por ocio o por salud?

-La gente tiene una motivación social. Hay que pensar que las inscripciones a los gimnasios han aumentado en plena crisis económica. Esto es porque la gente que se ha quedado sin trabajo quiere mantener en el gimnasio la vida social activa que ha perdido al quedarse sin empleo. A pesar de eso, todavía tenemos un 35 por ciento de la población que podemos considerar sedentaria extrema.

-¿Es anormal la cifra de muertes súbitas que se han producido en las carreras populares en España en los últimos meses o se trata de lo esperable habida cuenta de que también hay más corredores?

-La población que mayoritariamente practica "running" en estos momentos ronda los 50 años. Nos encontramos por tanto con una gente que llega al deporte de forma tardía y que padece las enfermedades cardiovasculares que suelen aparecer a partir de los 40 años. Pero a pesar de todo, tenemos que aclarar que no se está produciendo una mayor incidencia de casos. En España se registran entre 0,5 y 0,8 eventos cardiovasculares en carreras por cada 100.000 participantes. No obstante, hay deportes, como el triatlón, donde ese porcentaje es mayor debido al mayor estrés que implica la natación en grupo, en aguas frías.

-¿Están los corredores enfocando mal su afición?

-Sí, hay gente que ha enfocado mal el deporte. Practicar un deporte no debe ser afrontar retos imposibles. En ese sentido, hacen mucho daño las campañas publicitarias de las grandes marcas. El resultado, por ejemplo, es que encontramos a gente de más de 45 años y mal entrenada corriendo maratones.

-Uno de los buenos propósitos más habituales en vísperas de Nochevieja es el de empezar a correr. ¿Qué consejos le daría a quién lo esté pensando para 2016?

-Lo primero que se hagan un autochequeo de salud. Que conozcan su estado físico y sus factores de riesgo: si es una persona hipertensa, diabética, si tiene colesterol, si fuma, si es sedentaria, obesa... En segundo lugar averiguar si en su familia tiene algún caso de muerte súbita o de cardiopatía isquémica precoz. En tercer lugar hay que vigilar si se producen síntomas como mareos o síncopes, palpitaciones, fatiga o dolor en el pecho. En caso de duda lo mejor es consultarlo con un médico.

-¿Son útiles las pruebas de esfuerzo?

-Es más útil la valoración de los factores de riesgo. Hay gente que se hace la prueba de esfuerzo como quien dice con un pitillo en la mano. El valor pronóstico de esa prueba es muy relativo si no se controlan los demás factores. A un fumador le puede salir una prueba de esfuerzo normal y a los tres días sufrir un infarto.

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