El nuevo Plan Hidrolóxico de Galicia-Costa, recién aprobado por la Xunta para el periodo 2016-2021 (plazo que casi coincide con el fijado para completar el saneamiento de la ría) cifra en algo más de 48,5 millones de euros, la inversión mínima que se precisaría para su recuperación ambiental. El programa base de toda la actuación prevista en la ría se denomina "mejora de saneamiento y depuración en el sistema de Pontevedra", un capítulo que aparece con 37.526.767 euros. Alrededor de esta actuación global se plantean otras complementarias que elevan la cifra hasta los 48,5 millones y que se desarrollarán en el municipio capitalino, más los de Marín, Poio y Sanxenxo. De hecho, estos dos últimos concellos son lo que recibirán la segunda inversión más elevada de la ría, de 5.708.478 euros para la "mejora de la depuración de Sanxenxo y el saneamiento de Raxó".
Tras este apartado, el Plan Hidrolóxico cita la "mejora del colector general y nueva impulsión en Marín, con 2.703.805 euros, y la "mejora de la estación de bombeo de Lameira", también en Marín, con 1.155.895 euros. A estas cifras se deben añadir 1.427.120 euros más para la primera actuación ya licitada. Se trata de la redacción del denominado Plan de Saneamiento Local.
Junto a las inversiones directas en nuevas obras, las previsiones incluyen también partidas elevadas para la "explotación" de diversas depuradoras, es decir, los gastos de gestión en los próximos años. El capítulo más elevado se reserva para la de Placeres, una planta con su futuro cuestionado por los tribunales por su ubicación pero cuya ampliación es una prioridad para la Xunta, que reserva para su explotación 18.179.123 euros, algo menos de los 22 millones del anterior Plan Hidrolóxico 2008-2015. También aparecen 904.294 euros para la de Vilaboa, 1.050.103 para la de Ponte Caldelas y 1.557.257 para la mejora de la de Cuntis.
Vertidos de 165.000 habitantes
Según los cálculos de Augas de Galicia, la población total de la cuenca del río Lérez asciende a unos 165.000 habitantes de los que un elevado porcentaje se concentra en la desembocadura y en ambos márgenes de la ría (la sanción de la UE hace referencia a los problemas de depuración del eje Pontevedra, Marín, Poio y Bueu). La presión de esta población cada vez mayor, con los vertidos de la red de saneamiento y drenaje como principal problema, acaban por incidir sobre las masas de agua de una ría que además está catalogada como "zona sensible" por la "importancia estratégica de algunas de las actividades que se desarrollan en ella como el turismo y el marisqueo, además de su destacado valor ambiental y ecológico. Ahora mismo, esta incidencia de la mala calidad de las aguas en sectores económicos como el pesquero se traduce, por ejemplo, en la catalogación de algunas áreas de producción de marisco como zonas "C" , cuyo producto necesita pasar por procesos de depuración.
