El sector marisquero en la ría, que da trabajo a decenas de familias, cierra el año con todos los bancos abiertos, un alivio para los trabajadores que se prolonga ya desde hace más de cinco meses, desde mediados de julio. Pero este largo paréntesis con todos los bancos libres de toxina no oculta que 2015 ha sido uno de los peores años de la década. A falta de una semana para concluir el año, se acumulan 85 días con las playas cerradas, lo que supone casi el 25% de todo el ejercicio. Aunque los mariscadores confían en que la campaña navideña, en la que ya están plenamente inmersos, sirva para paliar los daños anteriores, dudan de que sirva para compensar las pérdidas.

"De precios no nos quejamos, sobre todo en este mes, pero falta recurso en las playas y se están produciendo nuevos casos de mortandad", en especial en el berberecho, molusco que ha prácticamente desaparecido de la lonja de Campelo en todo el año. Así lo apunta la patrona mayor de Lourizán, María del Carmen Vázquez, que califica de "flojo, por debajo de lo normal", el balance de todo 2015. "La pérdida del berberecho ha sido fundamental y también en la almeja fina. Aunque este año mejoran los precios, seguimos sin producto en las playas", se lamenta.

Los mariscadores aún salen hoy a los bancos y también dispondrán de tres días más la próxima semana, con vistas a las celebraciones de Fin de Año, siempre y cuando la toxina no regrese, una plaga de la que el sector no quiere ni oír hablar. Y es que ya acumulan dos años de cierres muy prolongados.

2015 ya figura como el segundo peor de la década en cuanto a jornadas con los bancos cerrados: 85 días, con el agravante de que el sector aún no se ha recuperado del peor año en este mismo periodo, el de 2014, cuando se llegó a 112 días sin actividad en el sector IV, el más próximo a Tambo, y 95 el V, en la desembocadura del Lérez. A día de hoy esta última zona acumula clausuras en un 24% de las jornadas totales del año, si bien desde julio no se producen episodios. Vázquez recuerda que este año "tuvimos dos épocas nefastas, de abril a julio y después en octubre", que mantuvieron a los trabajadores sin poder faenar. Entre 2014 y estos meses de 2015, el sector V acumula 180 días sin faenar, un volumen de cierre muy por encima de lo registrado hasta entonces. En 2013 fueron 42 jornadas, 40 en 2012, 24 en 2012 o 9 en 2010, por ejemplo. Con estos datos, se pone de manifiesto que en la actualidad las toxinas tienen una incidencia sobre los cierres casi cuatro veces más que hace cinco años.

Pero al margen de la toxina, el otro gran problema de los bancos de la ría es la contaminación, un asunto en el que el sector ha incidido de forma insistente en todos estos meses sin que la situación mejore. De hecho, Placeres acumula años de clasificación C, el grado más bajo y que también llegó en su día a la zona de A Puntada, para el marisqueo a flote. Y para 2016 se aplicará el cierre estacional entre Raxó y Samieira, como recuerda Vázquez. En su día la Xunta ofreció al sector la alternativa de depurar sus mariscos en una batea en la ría de Aldán, en Cangas, opción que se acogió con satisfacción, ya que los moluscos alcanzaban así la categoría A, pero que fracasó en lonja, al no ser demandada por los compradores. A día de hoy, la batea de Aldán ya es historia para los mariscadores pontevedreses.

Ricardo Pérez Reboredo, investigador del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, mantiene que "la marea roja es más un proceso natural que inducido", pero subraya que estos episodios aumentan cuanto más queda retenida el agua dentro de la ría y que "los contaminantes que se vierten a la ría aumentan su impacto y se hacen más favorables las condiciones para que aumente la marea roja". Por ello, los mariscadores insisten una y otra vez en que se adopten medidas para sanear la ría.

Los propios afectados se quejan del cambio que presenta la ría desde hace un lustro. "Antes los episodios de toxina duraban un mes y se trabajaba el resto del año, ahora es al revés", señala uno de estos profesionales, que añade que "llevamos dos años que quedarán en la memoria. Estamos muy descontentos con la situación. Necesitamos que nos den respuesta, lo que hace falta es más investigación, que estén más con nosotros viendo la realidad".