Cerca de un centenar de personas han participado en la II Ruta por A Fracha organizada por los afectados por el trazado de la autovía A-57 en Pontevedra. La plataforma vecinal Salvemos A Fracha advierte que será "la última" oportunidad para disfrutar de este entorno natural "si no se paralizan las obras", que ya comenzaron oficialmente después de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, asistiera al acto de colocación de la primera piedra.

A pie, en bicicleta con la participación del colectivo ciclista Masa Crítica de Pontevedra y a caballo por parte de una peña ecuestre, los defensores del monte de A Fracha han alertado en esta marcha reivindicativa que "en poco tiempo el impacto de las obras ya será visible en este entorno natural".

Desde Salvemos A Fracha acusan al Ministerio de Fomento de actuar con "oscurantismo" y practicar una "política de despilfarro y amiguismo que solo favorece a las grandes constructoras como San José", adjudicataria de la construcción del primer tramo de 6 kilómetros de la A-57 entre Vilaboa y A Ermida, "con un coste de más de 100 millones de euros y alrededor de los 1.000 millones para los siguientes 64 kilómetros", añaden.

En la lectura del manifiesto, la portavoz de Salvemos A Fracha, Bibiana Piñeiro, explica que, frente al argumento del Ministerio de Fomento que "sigue insistiendo en que Pontevedra es la única capital que no tiene circunvalación", este colectivo vecinal replica que "la verdadera circunvalación de Pontevedra son la AP-9 y la próxima ronda este".

Por ello, califican de "barbaridad" esta autovía "paralela" como "alternativa gratuita" a la autopista, en vez de liberalizarla del peaje.

Bibiana Piñeiro lamenta que esta infraestructura "innecesaria" va a "dinamitar y atravesar con grandes taludes el patrimonio medioambiental y cultural" existente en este monte. Frente a los que ha tildado de "fetichistas de las infraestructuras" que acusan a esta plataforma de "estar en contra del progreso" ha insistido en que "el progreso o es sostenible o no es progreso".

Salvemos A Fracha llegó a entregar 20.000 firmas al Ministerio de Fomento reunidas a través de la plataforma Change.org y en los actos reivindicativos organizados por el colectivo. También presentaron un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional denunciando presuntas irregularidades en el proyecto y solicitando su paralización cautelar.