El presidente de la constructora gallega San José, Jacinto Rey, recibirá este mediodía en Madrid la Medalla Duque de Ahumada, un reconocimiento de la Guardia Civil al apoyo prestado por la empresa a las víctimas del terremoto de Nepal.
Tras el seísmo, las oficinas de la constructora se convirtieron en refugio y punto de agrupamiento de los españoles que en ese momento se encontraban en Nepal, donde San José lleva a cabo las obras de ampliación del aeropuerto, trabajos que el país asiático considera de importancia nacional.
En esas oficinas de Katmandú, consideradas un refugio seguro en una planta baja dotada con cocina y servicios, se reagruparon decenas de españoles tras el terremoto. Inicialmente, llegaron hasta esta sede los trabajadores de la constructora y familiares, a los que fueron sumándose posteriormente más de un centenar de personas, en su mayoría españoles.
Además de brindar sus oficinas como refugio improvisado, San José adquirió combustible para los generadores y víveres con los que ayudarlos hasta su repatriación.
A mayores de este apoyo a las víctimas (españolas, pero también de otras nacionalidades que acudieron a su sede para refugiarse) la Medalla Duque de Ahumada busca reconocer la ayuda a los equipos de rescate.
Los portavoces del Instituto Armado explicaron ayer a FARO que "además de socorrer a las víctimas españolas, la medalla busca premiar el apoyo de San José al equipo de rescate que envió la Guardia Civil a la zona siniestrada".
La entrega tendrá lugar en la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, en la calle Guzmán el Bueno, y en la misma también participarán representantes del banco BBVA y de la empresa Acciona, las otras firmas también galardonadas en este 2015 por la Guardia Civil dentro de su programa de colaboración con la empresa privada, según explicaron las mismas fuentes al diario decano.
La construcción, energía y medioambiente, concesiones y servicios y consultoría son las áreas en las que desarrolla su labor la empresa gallega que encabeza Jacinto Rey y cuya cartera de negoció durante el pasado año ascendió a 1.918 millones de euros, de los que el 53% procedió del exterior, según datos hechos públicos por la empresa. Ésta ocupa actualmente el puesto 164 en el ranking mundial Top 250 Internacional Constractors.
En las horas y días posteriores al terremoto no solo recibió aplausos la empresa San José por ceder sus instalaciones y recursos a las víctimas sino también la labor solidaria de sus trabajadores. Es el caso del ingeniero pontevedrés Mateo Martínez, que fue calificado de "ángel de la guarda" por los refugiados en el aeropuerto de Katmandú, ya que tras el terremoto, que lo sorprendió en un aparcamiento momentos después de salir del edificio de un supermercado, volvió a su domicilio para hacerse con un módem con el que numerosos españoles pudieron comunicarse con sus familias y tranquilizarlas.
