Seguro que en estos mes han visto la plaza de España y el resto de calles de la ciudad llenas de niños creyéndose pequeños Fernando Alonso, pedaleando en sus karts de carreras de aquí para allá. O quizá sus propios hijos o nietos hayan disfrutado ya de esta nueva moda que sorprende en Pontevedra. Un fenómeno que se ha expandido como la pólvora gracias a Rodas Galicia, la empresa de venta y alquiler de karts, bicicletas, segways y patines situada en plena plaza de España. Y todo en poco más de cuatro meses desde que abrió sus puertas. "Llevamos trabajando desde el día 6 de junio y, de momento, no nos podemos quejar. Tenemos días mejores y días peores. Si llueve, mal; si hace mucho calor, tampoco, porque la gente se iba a la playa. Pero en general estamos muy contentos", confiesa Inés Méndez, propietaria del negocio que gestiona junto a su marido. La apertura, como no podía ser de otra manera, coincidió con el comienzo del verano, e Inés entiende que esto ha beneficiado a dar conocer su oferta: "Ahora hay que esperar a que venga el invierno, que será lo más difícil", puntualiza la gerente.
Méndez explica que la primera idea de negocio no era la actual, sino la del alquiler de segways, esos transportadores tan de moda en las ciudades con los que uno se desplaza de pie sobre dos ruedas que se activan con el impulso del cuerpo hacia delante. "En un principio pensamos en los segways porque los habíamos visto en A Coruña, en la zona de la torre de Hércules, donde mucha gente los utilizaba. Y para un lugar como Pontevedra, con una zona peatonal tan grande nos pareció una buena idea",detalla la propietaria. Pero el coste de los aparatos y la incertidumbre sobre qué acogida podrían tener les transmitía respeto. "Son vehículos muy caros, y nos planteamos: ¿y si la gente no se anima? Entonces empezamos a buscar algo que complementase este servicio y cuando vimos estos coches, nos decidimos. Después pensamos: tampoco hay un lugar donde alquilar bicicletas ni patines en Pontevedra. ¿Por qué no? Y hasta aquí hemos llegado", comenta esta ilusionada emprendedora.
Familias y niños
El público de Rodas Galicia suelen ser familias que acuden con sus hijos, y el producto estrella, sin duda, los karts, vehículos a pedales que hacen las delicias de los más pequeños, y de los que no lo son tanto. "Pueden circular por toda la zona peatonal de Pontevedra. Hay quien se atreve por la carretera, pero nosotros no lo recomendamos", bromea Inés. Las tarifas están hechas para todos los bolsillos y con total disponibilidad. Así, el alquiler de un kart monoplaza durante media hora, por ejemplo, tiene un coste de cuatro euros, mientras que una hora saldría a siete euros. Los karts también tienen sus versiones de dos plazas -a 5 y 8 euros- la media y hora completa respectivamente- y de cuatro plazas -10 y 16 euros-. En el caso del alquiler de bicicletas, pueden reservarse también por la mitad de un día o la jornada completa, y cuentan además con tándems, las bicicletas para dos que causan sensación entre las parejas. Por si fuera poco, también existe la posibilidad de alquilar patines, patinetes y, cómo no, el conocido segway.
La elección del local tampoco pudo ser más atinada, en plena Plaza de España, junto al Concello. "Cuando nos enteramos de que Maquieira se trasladaba pensamos: el sitio es este. Porque si te metes en la zona vieja las calles ya son más estrechas. Y esta plaza nos permite que los niños prueben uno u otro modelo antes de decidirse", recalca Inés, que mientras responde tiene que explicarle a uno de los fieles del anterior negocio que la empresa de material de pesca se ha trasladado. "Y así, cientos cada día", comenta entre risas.
Si se le pregunta por el futuro, es optimista y piensa seguir "alquilándolos todo el año". Y añade que "además de autónomos, somos distribuidores de la marca Berg y podemos vender sus coches", lo que supone otra salida de negocio para ellos. ¿Un buen regalo de Reyes? Quién sabe. Desde luego, lo cierto es que estos karts se han convertido en una alternativa saludable y divertida para toda familia e incluso para los turistas que visitan la ciudad, y parece decidida a hacerse un hueco fijo en el ocio de todos los pontevedreses.
