Los movimientos de población en los 14 municipios que forman el área de influencia de Pontevedra en los últimos ocho años vienen claramente marcados por los devastadores efectos provocados por la crisis económica. Una panorámica de las migraciones que se produjeron en la comarca en este periodo permite observar claramente cuáles fueron los años más duros de recesión y cómo la mala situación del tejido empresarial y la escasa oferta laboral convirtieron unos concellos que en su practica totalidad eran receptores de inmigrantes en ayuntamientos que pasaron a exportar mano de obra.
El Instituto Galego de Estadística acaba de publicar los datos referidos a los movimientos de población que se produjeron en 2014 y estos dejan resultados dispares entre los distintos municipios de la comarca. Pontevedra vuelve a aparecer (como ocurre con otros indicadores como el crecimiento vegetativo) como una de las ciudades que mejor resisten el problema de la pérdida de población, en este caso no por la diferencia entre nacidos y fallecidos, sino por haber frenado ese éxodo de pontevedreses que se inició en los años 2007 y 2008 con el estallido de la burbuja inmobiliaria y el comienzo de la crisis.
No obstante, en otros municipio como Marín o Sanxenxo, parece que esta sangría migratoria no tiene fin y siguen viendo como muchos de sus vecinos parten en busca de una vida mejor a otra localidad, a otra comunidad autónoma o a otra provincia.
Según los datos del IGE, desde 2007 dejaron la comarca un total de 51.786 personas para establecerse en otra provincia, comunidad autónoma o país. El peor año, sin duda, fue el 2011 cuando 6.656 personas dejaron alguno de los 14 concellos del área. Tras un ligero descenso, el número de emigrantes el pasado año fue el segundo más alto de toda esta serie, con un total de 6.640.
Desde hace años, distintas formaciones políticas y sindicatos están advirtiendo de una nueva oleada de emigrantes desde Galicia al extranjero como tristemente ya había ocurrido en el pasado. Si tenemos en cuenta las salidas de vecinos de la comarca que se producen únicamente al extranjero, desde 2007 un total de 4.747 vecinos de la comarca se han visto obligados a buscar una oportunidad laboral y a forjar un proyecto de vida en otro país.
En este punto, se detecta claramente como la crisis ha ido obligando a los pontevedreses, cada vez más, a buscar oportunidades más allá de las fronteras españolas. Si en 2007 eran 490 los habitantes de la comarca que emigraban a otro país, en 2014 fueron un total de 778, la cifra más alta de estos últimos ocho años, frente a los 765 del año anterior. Es aquí donde Pontevedra capital parece que fue capaz de contener de mejor forma ese éxodo de habitantes al pasar de 360 emigrantes al extranjero en 2013 a menos de la mitad (171) en 2014.
Poio que ha logrado disminuir el número de emigrantes que se van en su conjunto, no evitó sin embargo un importante incremento de las personas que se van al extranjero y Marín es otro de los municipios que el año pasado batió su récord de emigrantes desde que se inició la crisis con un total de 191 vecinos que se fueron a buscar fortuna a otro país, un número aún mayor que el de la propia capital. Uno de los casos más singulares es el de Sanxenxo que casi cuadriplicó su número de emigrantes en un año pasando de 52 en 2013 a 180 en el pasado ejercicio.
Además, Pontevedra compensa esta pérdida de población con la recepción de otros migrantes. El año pasado el saldo entre las personas que dejaron al ciudad y las que se establecieron en ella volvió a ser positivo después de un primer resultado negativo en 2013.
Saldo migratorio
Con todo, el saldo migratorio en el conjunto de la comarca es negativo debido a que en otras localidades como Caldas (con -21), Cuntis (-19), Marín (-228), Campo Lameiro (-16) A Lama (-1), Ponte Caldelas (-25) o Sanxenxo (-198) reciben menos habitantes de los que optan por marchar.
Otros concellos con balance migratorio positivo aparte de la capital son Moraña (9), Portas (45), Barro (41), Cotobade (32), Poio (48) y Vilaboa (67).
