La Reigosa, una de las marcas más populares del sector de los frutos secos en la provincia, prevé echar el cierre próximamente, tras 25 años produciendo y distribuyendo estos aperitivos. De los últimos siete empleados con los que cuenta la compañía en esta última etapa, solo uno continúa acudiendo cada día a la nave del polígono de O Campiño, para hacer básicamente labores administrativas.

La compañía lleva ya varios meses sin facturar -explican los trabajadores- y se encuentra en situación legal de concurso de acreedores para disolver el patrimonio de la empresa, que tiene cuatro socios accionistas.

Aunque en los supermercados de toda Galicia y parte de Portugal aún se pueden encontrar los últimos paquetes de frutos secos La Reigosa, la empresa está en proceso de extinción y desde hace unos dos años atraviesa una situación económica precaria que la hacen inviable. Los siete empleados con los que cuenta la empresa cuentan con el soporte económico del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), antes de pasar definitivamente a la situación de desempleo.

La Reigosa S.L. fue creada en 1990 en Pontevedra, por un grupo de empresarios con experiencia en el sector de la alimentación. Desde sus modestos inicios en una pequeña fábrica, fue ganando presencia en los mercados de Galicia y Portugal, expandiéndose hacia el resto de la península, a la vez que crecía la actividad importadora de las materias primas desde sus países de origen.

En 2001 inicia una nueva etapa con la inauguración de las nuevas instalaciones en el polígono de O Campiño, más de 2.500 metros de fábrica, almacenes y oficinas, que le permitieron no solo aumentar la producción, sino mejorar la línea de fabricación y reforzar la red de distribución.

La Reigosa S.L. se presenta en su página web como la primera empresa de frutos secos de capital 100% gallego, y una marca líder y de indudable referencia en el sector. Desde esta posición, trabajó durante estos años para ofrecer a sus clientes "productos naturales, cuidados de principio a fin, en una sabia combinación de la mejor materia prima y un moderno sistema de producción".

Las instalaciones de La Reigosa están situadas en el polígono de O Campiño y ocupan una extensión de 5.800 metros cuadrados.

Disponía de una avanzada tecnología con la que logró reducir los tiempos de elaboración y envasado de los frutos secos, alargando así la vida de los productos.