La decisión del gobierno local de desoír el acuerdo plenario de toda la oposición contra la instalación de "lombos" en los accesos a Montecelo ha provocado que PP y PSOE den un paso legal más para forzar al BNG no solo a renunciar a ese propósito, sino para obligarlo a revisar y regular todos los pasos elevados de la ciudad, más de 300. Estos dos partidos, que aguardan también el apoyo de Marea y Ciudadanos, como hasta ahora en este asunto, ultiman sendas ordenanzas relativas a estos elementos. La razón de acudir a esta fórmula es sencilla: el pleno es el único con competencias para aprobar ordenanzas y de salir adelante en este órgano, el gobierno local estará obligado a cumplirla, aunque no esté de acuerdo con ella. Hasta ahora, los pactos plenarios de la oposición no son imperativos para el BNG, ya que afectan a competencias del gobierno local, no del pleno, pero una ordenanza apoyada por la mayoría de la corporación sí obligaría al alcalde, al sí tratarse de una competencia plenaria.

El portavoz del PP, Jacobo Moreira, ya anunció ayer que su grupo presentará "en los próximos días" una ordenanza específica relativa a los "lombos", en la que se determine sus ubicaciones, dimensiones y otros detalles. Se suma así al anuncio que poco antes había realizado el concejal del PSOE, Iván Puentes, pero cuya ordenanza pretende ir mucho más allá y abordar todo el tráfico urbano, aunque con prioridad para los pasos elevados.

Tanto uno como otro coinciden en que esta fórmula impediría al gobierno local "sortear" los acuerdos plenarios existentes y abogan por llegar a un "consenso" sobre el texto final de la futura ordenanza, junto con los otros dos grupos de la oposición. Puentes repescó ayer sus argumentos del pleno del pasado martes y recordó que los "lombos" previstos en Montecelo "no tienen el aval de nadie", pero añade que "es necesario regular otros aspectos de la movilidad "como la convivencia en una misma calle (citó como ejemplo Michelena) de los coches, los peatones y las bicis".

Por su parte el PP aboga por una ordenanza específica de "lombos" basada en las instrucciones del Ministerio de Fomento para instalarlos en la red viaria estatal (no obligada en carreteras municipales) y que establece, por norma general, que los "lombos" deben tener 10 centímetros de altura, una rampa de un metro y un ancho de cuatro. Estas dimensiones básicas se incumplen en muchos de los pasos elevados actuales de la ciudad, con lo que de salir adelante la ordenanza de la oposición habría que retocar o incluso eliminar un significativo porcentaje de los actuales. De hecho, el PP entiende que la normativa reguladora en proyecto establecerá que los "lombos se colocarán donde sea necesario ya que hay un clamor social por los incumplimientos actuales". El concejal popular José Luis Martín incluso denuncia el "uso perverso" de estos pasos elevados "por falta de normativa".

Retirar algunos

Estas medidas de la oposición han sido interpretadas por el BNG como un "rechazo al modelo de ciudad", una versión que niegan PP y PSOE si bien sus medidas al respecto, como la creación de "rutas sanitarias" para las ambulancias de Montecelo, sí implican la eliminación de más de 30 de estos elementos. El edil nacionalista Luís Bará rechaza una "suavización" de sus dimensiones ya que "los únicos lombos eficaces son los que obligan a reducir la velocidad, no los que no se notan".

La adaptación de los "lombos" a la normativa vigente también es una exigencia de Marea, cuyo portavoz, Luís Rei reclamó en el pleno del pasado martes una "inspección de todos porque muchos no cumplen los requisitos por desniveles excesivos". Marea insiste en su apoyo a "la ciudad peatonal y la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora".