Las "pinzas" pactadas entre todos los grupos de la oposición contra el gobierno local en asuntos como el PXOM o los "lombos" de Montecelo, que fraguarán en el pleno del próximo martes, no derivarán en un ejecutivo alternativo al BNG, ya que la "invitación" del concejal Luis Bará a todos los demás partidos a "gobernar" conjuntamente ya ha sido rechazada ayer, al igual que en ocasiones anteriores. De este modo, con el Reglamento de la Corporación en la mano, que niega carácter vinculante alguno a los acuerdos plenarios que no son competencia de este órgano, las "pinzas" contra el BNG se limitarán a poner de manifiesto el "clamor social" contra algunas de las medidas nacionalistas, como apuntó ayer el PP.

En todo caso, esta ausencia de consecuencias prácticas no es óbice para que los partidos arremetan contra la manera de proceder del BNG en estos 100 primeros días de mandato, que se cumplen el próximo día 21. El primero en hacerlo fue Luis Rei, de Marea Pontevedra, y lo hizo de manera contundente. A su juicio, desde la toma de posesión de junio hasta ahora, el alcalde se ha caracterizado únicamente "por el sectarismo, el dogmatismo y la incompetencia", sin voluntad, o capacidad alguna, para llegar a acuerdos desde que gobierna en solitario. Rei subrayó ayer que "estos cien días de Fernández Lores al frente de la Alcaldía están marcados por el sectarismo y el dogmatismo, adornados con una gestión a la que debe ponérsele un sobresaliente cum laude en incompetencia".

Añade que "este nueva etapa de Lores, a un solo concejal de la mayoría absoluta, se define por el sectarismo al que le abocó su incapacidad para el diálogo, que le produce urticaria", ya que "nunca recibe a los vecinos, no acuerda nada con la oposición y no es capaz de romper su aislamiento", hasta el punto de que compara a Lores con el expresidente del Gobierno José María Aznar, "al que cada vez nos recuerda más, incapaz de entenderse con nadie". Rei insiste en que "son cien días definidos también por el dogmatismo, que le impide moverse de lo que denomina modelo de ciudad, sea lo que sea. Puede que se reduzca a ser una ciudad peatonal o una ciudad 30", conceptos con los que Marea sí estaría de acuerdo, pero no con "imposiciones de lombos".

Desencantados con el "repliegue talibán" (del BNG) frente a "las penurias y emergencias de muchas familias", los integrantes de Marea insisten en que "en la política española es difícil encontrar un gobierno tan sectario y tan dogmático, cuando tienen cuatro posibles socios con los que entenderse".

Pero Rei deja claro que "con esto no estoy diciendo que nosotros nos ofrezcamos, porque Marea no va a gobernar con la oposición, ya que estamos en las antípodas del PP, evidentemente, pero tampoco vamos a participar en un gobierno con un BNG de cuya práctica nos aleja todo". Deja así claro Marea que no habrá cambios en la corporación al menos a medio plazo y el PP también descartó ayer de plano cualquier hipotética moción de censura contra el BNG.