La Diputación, a través del área de Medio Ambiente que gestiona el vicepresidente César Mosquera, tiene como objetivo que la provincia cuente con 800 instalaciones de recipientes comunales al final de este mandato. La intención es ir implantando de forma gradual el compostaje como tratamiento de basura para obtener beneficios medioambientales y económicos, reduciendo los costes que pagan los concellos para deshacerse de los residuos que generan.

Mosquera apuesta por iniciar el camino del compostaje con pequeños recipientes comunitarios a los que lleven su basura orgánica grupos de entre 80 y 300 vecinos de barrios o parroquias de zonas rurales o urbanas de la provincia, siempre con una gran implicación tanto de los concellos como de los ciudadanos.

El vicepresidente indicó que los gobiernos locales deben poner en funcionamiento solo aquellos recipientes que sepan que van a funcionar. "Hai que buscar a implicación de asociacións de veciños, mancomunidades de montes ou colectivos que estean concienciados da importancia do proxecto e garantan que o sistema pode funcionar. Estes servirán de exemplo e servirán de arrastre para outros ", explicó, al tiempo que indicó que la creación de plantas de compostaje de medio o gran tamaño entrarían en una siguiente fase solo si son necesarias.

A este reunión asistieron alcaldes de la comarca de Pontevedra.