- ¿Cómo se nutre de provisiones el Fondo de Reserva de la Seguridad Social?
- Según establece la legislación actual, en nuestro país el Fondo de Reserva se nutre de dos fuentes principales, por un lado, de las dotaciones acordadas por el Consejo de Ministros con cargo al excedente presupuestario de las Entidades Gestoras y Servicios Comunes de la Seguridad Social; y por otro, del exceso de excedentes de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social. El excedente de las mutuas se destinará en su totalidad al Fondo de Reserva, a diferencia del excedente presupuestario de las entidades gestoras, que se destina total o parcialmente al fondo según decisión del Consejo de Ministros. El importe de los excedentes destinados al Fondo de Reserva provenientes de la gestión de las mutuas representa porcentajes inferiores al de las entidades gestoras.
- ¿Cuál ha sido la evolución de los recursos aportados por el Gobierno a este fondo?
- Las aportaciones acordadas por el Consejo de Ministros ha tenido una evolución creciente hasta el ejercicio 2008. A partir de entonces solo ha decidido una dotación al Fondo de Reserva en el año 2010, por un importe inferior a las anteriores aportaciones, de menos del 20% de la última. Desde el ejercicio 2010 hasta la fecha no se ha realizado aportación alguna al Fondo de Reserva proveniente de decisiones acordadas a través del Consejo de Ministros.
- ¿Qué opina de que esta aportación al fondo dependa de una decisión estrictamente política?
- Que mal vamos si la mayor parte de los recursos aportados al fondo dependen precisamente de una decisión política y no de un criterio objetivo acorde con la finalidad del fondo. En algunos países de nuestro entorno, la cantidad asignada al Fondo de Reserva debe ser equivalente a un tanto por ciento del PIB; en otros, los recursos aportados provienen de fondos derivados de la venta de empresas públicas. Para el Fondo de Reserva de Canadá se ha marcado como objetivo llegar a un ratio de financiación de un 25% en el año 2025. En Nueva Zelanda la cantidad asignada al fondo se calcula por una formula actuarial, según indica su legislación.
