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Unas "Cebolas de Ouro" con sabor a infancia e historia

El primer pediatra local, Ricardo Santolaya, y el Hotel La Terraza fueron los premiados

La plaza dos Barcos quedó pequeña para acoger la fiesta. // G. S.

La Feira da Cebola volvió a centrar un año más la atención de vecinos y visitantes de Sanxenxo en la explanada del Puerto Deportivo Juan Carlos I. Así, durante la mañana de ayer, cientos de personas se acercaron hasta la zona para disfrutar de una jornada festiva enmarcada en las celebraciones patronales en honor a Santa Rosalía, y que tuvo su principal atractivo, cómo no podía ser de otra manera, en los 60 puestos de cebollas que llenaron el recinto dispuesto para la ocasión. Pero además del producto estrella, los visitantes pudieron llevarse a casa otros productos de la huerta como ajos, pimientos, fruta e incluso bebidas caseras como licor café o crema de orujo.

Los actos dieron comienzo pasadas las 10 de la mañana con un pasacalles y alborada a cargo de la Banda de Música de Sanxenxo y la asociación folclórica Abiñadoira. A partir de ese momento, se procedió a la apertura oficial de los puestos, que desde bien temprano se vieron abarrotados de curiosos y compradores. Los vendedores se felicitaron del buen tiempo reinante durante la jornada de ayer y, en general, la opinión de los comerciantes coincidió en que fue una de las ediciones en las que la feria congregó más público.

Las figuras creadas con cebolla fueron de nuevo otro de los principales atractivos de la cita. Así, en las inmediaciones del recinto portuario se pudo disfrutar de auténticas obras de arte naturales. Desde un particular tiovivo en el que los columpios eran ristras de cebollas hasta muñecos hechos a partir de esta hortaliza, pasando por una ristra interminable que ocupa buena parte de la explanada y con la que la gente no paró de fotografiarse.

Y entre compras y paseos llegó el turno de los galardones. En primer lugar, aquellos que fueron a parar a los ganadores del concurso de cebollas, con premios a la hortaliza más grande, la ristra más larga y la composición artística más original. Acto seguido, fue el turno de los galardonados con la Cebola de Ouro en su XXXIII edición, que este año valoró la labor del primer pediatra de Sanxenxo, Ricardo Santolaya Macheti, recientemente jubilado, así como la trayectoria empresarial del centenario Hotel La Terraza.

El primero en recibir la insignia de manos del alcalde, Gonzalo Pita, fue el Doctor Santolaya, quien declaró su "orgullo y responsabilidad" ante un reconocimiento que "me hace llevar el nombre de Sanxenxo allá donde voy". El médico señaló que si se cumplen 33 años desde que se entregan las Cebolas de Ouro, "yo estoy aquí desde hace un poquito más: 33 años y siete meses, así que para esto soy sietemesino", bromeó el doctor.

Visiblemente emocionado, Santolaya explicó que "lo único que he hecho a lo largo de estos años ha sido cumplir con mi trabajo de la mejor manera y siguiendo siempre un principio muy importante, tanto en medicina como en la vida: 'Primum non nocere', -en latín, primero no hacer daño-." Además, aseguró que la sanidad en el Concello de Sanxenxo mejoró "y mucho" en este tiempo y recordó algunas anécdotas de sus primeros meses y años en la ciudad. Para terminar, solicitó al alcalde que presionase a las instituciones pertinentes para conseguir un pediatra en horario de tarde para la localidad, algo "fundamental" en su opinión.

En el caso del Hotel La Terraza, fue la actual directora del establecimiento, Iria Martínez Redondo, la encargada de recoger el galardón en nombre del hotel más antiguo de la Sanxenxo, que este año cumple su centenario. La empresaria quiso recordar en su alocución "a los fundadores, a quienes poco a poco lo construyeron y a todos los trabajadores y huéspedes que durante estos años han pasado por aquí". Tampoco se olvidó de su tío, Jaime Martínez Alonso, "mi ejemplo a seguir", quien durante las cinco últimas décadas frecuentó la gerencia del negocio hasta que hace solo dos años decidió jubilarse.

La fiesta continuó con la actuación de la Banda de Música en la Plaza de Pascual Veiga, y ya por la tarde con una misa solemne en honor a la patrona cantada por el Coro Parroquial San Xinés de Padriñán. A las 22 horas se llevó a cabo la tradicional procesión nocturna portando la imagen de la Virgen del Carmen y la jornada concluyó con una verbena y el espectáculo pirotécnico de medianoche.

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