Con el inicio del nuevo curso escolar a la vuelta de la esquina el gobierno local del Concello de Poio comienza a inquietarse debido al retraso en las obras de la cubierta que se están llevando a cabo en el CEIP de Chancelas.
Estas obras, que eran una demanda de padres y profesores desde hace tiempo, comenzaron con la retirada del amianto, un proceso que tuvo que realizarse en unas condiciones específicas y con un medidas de seguridad adecuadas por los riesgos de contaminación. A mediados del mes pasado comenzaron a trabajar con el tejado, si bien las lluvias impidieron hacerlo con normalidad y la obra no avanzó como se esperaba.
El Concello se puso en contacto con la empresa adjudicataria, alarmados por esta situación y la respuesta obtenida fue que terminarían a tiempo. No obstante, la situación que ayer se encontró el profesorado al volver a su puesto de trabajo fue la de interiores desordenados y el acceso por la puerta habitual del recinto (por el cementerio) cortado por razones de seguridad. Este portal de entrada, pese a no ser el único, se puede considerar el principal ya que es el que usan los escolares al estar junto a la zona de aparcamiento de los autobuses.
El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, estará mañana jueves en el centro educativo para ver de cerca la evolución de las obras y certificar que se estén cumpliendo los plazos dispuestos. Además de estas obras, la Xunta también llevó a cabo otra obra en el colegio de Viñas, unos trabajos con los que la administración local y la dirección del centro no quedaron satisfechos al considerar que fueron insuficientes.
