La propuesta del Concello de Pontevedra para que esos nueve kilómetros de viejo trazado ferroviario se conviertan en un sendero para peatones y ciclistas se relaciona con la posibilidad de conectar espacios naturales como el río de Os Gafos, las salinas de Vilaboa o la Illa de Medal, e incluso los paseos marítimos de Arcade y Pontesampaio, dando al trazado ferroviario una utilidad de ocio, deportiva y turística.

Dentro de la creación de estas "vías verdes" está en un proceso más avanzado la cesión de otros tramos ya sin uso ferroviario, en especial el antiguo puente sobre el Lérez en Monte Porreiro, donde hace meses que incluso se retiraron las vías.

Además del Concello de Pontevedra, asociaciones vecinales y deportivas de los ayuntamientos de Vilaboa, Pontevedra y Soutomaior defienden también la creación de este sendero peatonal y de hecho ya se han celebrado algunas marchas para reclamar el cambio de uso de la vía. Colectivos como Salinas do Ulló, Club Piragüismo Vilaboa o Club Ciclista Val do Ulló se han unido a esta reivindicación y también solicitaron una entrevista con la ministra de Fomento.

Estos colectivos consideran que, teniendo en cuenta que la nueva línea del Eje Atlántico tiene capacidad para acoger toda la infraestructura de transporte ferroviario, la conversión de este tramo de la línea en vía verde podría permitir recompensar en cierta medida al municipio de Vilaboa por toda la presión que soporta por el paso de vías de comunicación de alta capacidad. Recuerdan que atraviesan el municipio la AP-9, la N-550, la N-554, la antigua vía, las nuevas del Eje Atlántico, y que está en proyecto la A-57 y una gran rotonda que servirá para conectar esta infraestructura con el resto de la red viaria. La vía verde podría contribuir a satisfacer esta "necesidad de una alternativa de comunicación y esparcimiento para peatones y ciclistas en consonancia con un estilo de vida saludable y con nuevas posibilidades de movilidad no contaminante".